Tras cumplirse el tercer mes desde el fallecimiento del astro argentino Diego Armando Maradona, ocurrido el 25 de noviembre del año pasado en el barrio Tigre de Buenos Aires, el exfutbolista Martín Palermo publicó una emotiva carta en la que cuenta detalles sobre su relación con quien es considerado uno de los mejores jugadores de la historia.
‘Dios aún existe’, se titula el escrito que fue publicado en el portal The Players Tribune, en el que Palermo cuenta su última conversación con Maradona, la pasión que compartían ambos por el club Boca Juniors y la experiencia que vivió cuando fue convocado por el astro a la Copa del Mundo del año 2010 en Sudáfrica.
“Sabía que su presencia era importante para todos los que estuvieran cerca de él, y solo quería mostrar que estaba presente y disponible para lo que necesitara. Siempre fue así, siempre cuidándote, preguntándote cómo estabas. La manera en la que te hacía sentir tenía una calidez especial que era increíble”, cuenta Palermo en el inicio del texto.
Cuando se enteró del fallecimiento de Diego Armando Maradona, el exdelantero de Boca Juniors y la Selección Argentina confiesa que corrió a confirmar la noticia con un periodista cercano al ídolo del fútbol, pues no podía creer que el acontecimiento fuera cierto.
“Maradona siempre se recupera. Maradona siempre sobrevive. Había pasado tantas veces. Entonces pensás que esta es solo una más”, cuenta Martín sobre lo que sintió luego de que le comunicaran la noticia. “Tu mente se rehúsa a aceptarlo. Para mí, Diego siempre iba a estar ahí”.
La última vez que habló con Maradona había sido en el año 2020 luego de regresar a territorio argentino tras haberse desempeñado como director técnico del Pachuca de México. En ese momento asegura que Maradona lo llamó al teléfono para preguntarle cómo estaba él y su familia e invitarlo a comer un asado en su casa.
“Todavía me cuesta imaginarme un mundo sin Maradona. Diego cambió mi percepción de lo que era el fútbol”, asegura Palermo mientras relata que la Copa Mundial de México en 1986, en la que Maradona lideró al seleccionado nacional albiceleste para levantar el título mundial, fue la experiencia deportiva más importante de su adolescencia.
“Cuando salimos a festejar el título en la calle, entendí que esta era la mayor expresión de satisfacción, de alegría, que el fútbol podía traer. Y el origen de toda esa emoción era Maradona”, asegura sobre lo que sintió cuando tenía 12 años de edad y Argentina le ganó la final del mundo a Alemania por tres goles a dos.
Cuando conoció a Maradona
Palermo confiesa que nunca pensó terminar siendo alguien cercano para Maradona y que el solo hecho de conocerlo, cuando apenas tenía 20 años de edad, fue “un sueño hecho realidad”.
Corría el año 1996: Palermo había debutado hacía poco tiempo en el Club Estudiantes de La Plata y Maradona había regresado de Europa para terminar su carrera deportiva jugando en el equipo de sus amores, Boca Juniors.
“Los dos éramos capitanes, así que nos juntamos en el círculo central. Después del sorteo, tomé coraje y le dije: “Diego, cuando termine el partido, ¿me darías tu camiseta?”, recuerda Martín Palermo. Al final del partido, en el que el joven delantero marcó dos goles para su equipo de La Plata, Maradona le regaló su camiseta.
Un año después, el astro argentino le pidió al presidente de Boca Juniors que compraran al joven Martín Palermo, de manera que en 1997 ambos coincidieron con la camiseta del histórico club azul y oro del barrio La Boca.
“Todavía siento que fue una bendición haber podido jugar con él al lado en los últimos meses de su carrera. Desde lo individual era un artista. Como compañero era un gladiador”, afirma Palermo.
Su convocatoria al Mundial de 2010
Más de una década después de compartir vestuario con su ídolo de infancia, Palermo tenía 34 años de edad a cuestas cuando Maradona decidió convocarlo nuevamente a la Selección Argentina. Había pasado también más de una década desde la última vez que el delantero había vestido el uniforme albiceleste.
“Y en 2008, cuando yo tenía 34 años, me lesioné los ligamentos de la rodilla derecha. En ese momento ni siquiera sabía si iba a volver a jugar al fútbol”, recuerda el delantero.
“Pero me recuperé a principios de 2009, y para entonces, por una de esas raras cosas del destino, Diego se había hecho cargo de la Selección Nacional”, agrega.
Palermo relata que uno de los goles más importantes de su carrera deportiva tuvo lugar durante uno de los últimos partidos de las eliminatorias suramericanas.
Argentina tenía que ganarle a Perú para mantener vivo el chance de ir al Mundial de Sudáfrica, pero a falta de pocos segundos para terminar el partido el marcador iba 1-1 y con ese resultado el equipo dirigido por Maradona quedaría eliminado de la competencia.
“Estábamos terminados. Game over. Chau Mundial. La gente se empieza a ir del estadio, como loca, enojada. Y Diego, que había sido muy criticado en la prensa por sus tácticas, llama a un delantero viejo que todos creían terminado”, cuenta Palermo sobre el momento en el que Maradona le pide que entre a jugar los últimos minutos del partido frente a Perú.
“En tiempo de descuento, ganamos un corner. La pelota llega al área y me queda de frente, para que la toque rumbo a la red. Gol. Empiezo a correr como un loco, con todos los compañeros que me persiguen”, dice.
“El estadio explota. Diego también se manda corriendo al campo, se tira de cabeza y aterriza en el pasto mojado”, relata Palermo sobre la celebración del gol que le dio la clasificación al combinado nacional.
Luego, durante la Copa del Mundo en Sudáfrica, Palermo también anota un gol en uno de los partidos de la fase de primera ronda, lo que considera fue un broche de oro que quedará en el recuerdo de los momentos más importantes de su vida como futbolista y de su relación personal y profesional con Maradona.
“Para mí, Diego todavía está ahí. Dios aún existe. Y de algún modo, siempre estará”, concluye Palermo en la carta escrita en el portal The Players Tribune.