La final de la Copa América 2024 se vio empañada por los desmanes y disturbios que se registraron a las afueras del Hard Rock Stadium de Miami, luego de que un verdadero caos se presentó poco antes del comienzo del encuentro debido a que miles de hinchas pretendían ingresar al escenario deportivo sin boleta.
Los incidentes se desataron cuando los simpatizantes, la mayoría colombianos, intentaron pasarse los controles de seguridad para entrar al decisivo partido, por lo que la Confederación Sudamericana de Fútbol tuvo que retrasar el inicio del compromiso cerca de hora y media.
Una semana después de haberse disputado el juego, el escándalo por la mala organización sigue latente, puesto que varios fanáticos, que tenían sus respectivas entradas y se quedaron fuera sin poder ver el Argentina–Colombia, han presentado sus reclamos de manera formal.
Incluso, uno de los fanáticos afectados, Das Nobel, presentó una demanda colectiva, en su nombre y el de los demás perjudicados, contra el operador del Hard Rock Stadium, la Conmebol y la Confederación de Norteamérica, Centroamérica y el Caribe (Concacaf).
El hincha, residente en Dallas (Texas), aseguró haber gastado 25.000 dólares (cerca de 100 millones de pesos), entre las boletas, el alojamiento y los vuelos, para asistir a la final del torneo continental con su esposa y sus dos hijos.
“La demanda exige indemnizaciones para los aficionados con entradas, a los que se negó el acceso porque los demandados no implementaron protocolos de seguridad adecuados, dando lugar a un caos enorme, lesiones y la decisión de abrir el estadio a miles de aficionados sin entrada”, precisa el documento judicial.
Esta es al menos la cuarta acción judicial presentada a raíz de la final. El lunes otra aficionada reclamó 50.000 dólares al operador del estadio y a la Conmebol por haberle provocado una “pérdida monetaria, angustia emocional y otros daños”.
Dos días después, tres personas interpusieron una demanda similar por los mismos motivos; mientras que el jueves una habitante de Miami exigió otros 50.000 dólares alegando que “sufrió heridas graves” y que “le negaron la entrada, la empujaron, pisotearon y golpearon contra objetos”.
El caos obligó a retrasar 82 minutos el inicio de la final, lo que afectó directamente a las selecciones tanto colombiana como a argentina. Las imágenes de numerosos aficionados escalando los muros del estadio o accediendo al interior a empujones se hicieron virales.
Hay que mencionar que la Conmebol emitió un comunicado de prensa esta semana en el que se pronunció oficialmente con respecto a estos lamentables hechos, que dejaron decenas de detenidos. La Confederación explicó que sus recomendaciones no fueron acatadas por la logística del estadio.
“Como es de conocimiento, en la final disputada en Miami, fueron a las inmediaciones del estadio hinchas sin entradas, lo cual demoró el acceso normal y determinó el cierre de puertas. Ante esa situación, Conmebol estuvo sujeta a las decisiones que tomaron las autoridades del Hard Rock Stadium, acorde con las responsabilidades contractuales, establecidas para la operación de seguridad”, expresó inicialmente.
Finalmente, concluyó: “Además de las disposiciones determinadas en dicho contrato, Conmebol recomendó a dichas autoridades los procedimientos probados en eventos de esta envergadura, los cuales NO fueron tomados en cuenta. Lamentamos que los hechos de violencia producidos por personas malintencionadas hayan empañado una final que estaba lista para ser una gran fiesta del deporte”.