Antes de defender la camiseta de la Selección Colombia en la Copa América, el camino de James Rodríguez y Mateus Uribe se había cruzado varias veces, dentro y fuera de la cancha. Esta fotografía es la prueba fehaciente de que ambos jugadores siempre han compartido la pasión por el fútbol aunque no estén en los mismos equipos. En 2004, el Torneo Pony Fútbol enfrentaría por primera vez a los dos niños durante un partido en el que James daba sus primeros pasos con la Academia Tolimense de Ibagué, mientras Mateus lo hacía en las inferiores de Envigado F.C. Le recomendamos: La historia detrás del empujón de Mateus defendiendo a James La escena muestra a un James de doce años totalmente confiado de su habilidad para controlar el balón con su pierna zurda y que está dispuesto a dar un pase en cualquier instante. A su espalda, llegaba por derecha un preocupado Mateus que intentaba marcar al volante cucuteño. El primero vestía un uniforme holgado de color amarillo con vinotinto y el otro uno naranja con verde, pero ambos portaban el logo de Pony Malta en el pecho. Posterior a ese partido, la Academia Tolimense de Ibagué se llevó el título del torneo. En la final, James marcó un gol olímpico. Ángel Gabriel Buitrago, autor de la toma, habló con SEMANA sobre lo que recuerda de aquella época en la que trabajaba como reportero gráfico de Bavaria, la cervecería patrocinadora del Pony Fútbol. Puede leer: James: la historia del niño que lloraba cuando el vecino le pinchaba el balón "Fue uno de los partidos donde jugaba el Envigado y la Academia Tolimense de Ibagué, pero no recuerdo cual", dice Buitrago. Según cuenta, la fotografía había permanecido oculta en su archivo personal hasta hace un día cuando un medio local le pidió el permiso para utilizarla en un artículo que hablaría sobre las grandes estrellas que tuvieron sus inicios en el torneo antioqueño y que, como James y Mateus, ahora brillan en el fútbol nacional e internacional. Ángel Gabriel Buitrago lleva cuarenta años disparando su lente en múltiples eventos deportivos, diez de ellos en el periódico El Mundo de Medellín y treinta años como independiente. Y le enorgullece que por casualidades de la vida, quince años después, su fotografía sea una especie de reliquia en el álbum de estas dos figuras. Para él, es una "coincidencia maravillosa" que ahora James y Mateus sean las grandes figuras de la Selección. "En ese instante uno no sabe realmente quiénes se destacarán, pero uno como fotógrafo deportivo sí sabe quién es buen jugador, quién maneja la técnica y en ese sentido hice la fotografía", afirma. Con esa captura se consolida otro recuerdo más de la relación profesional y personal que James Rodríguez y Mateus Uribe mantienen desde niños y que todavía perdura en la actualidad. Este viernes podrían jugar juntos si el técnico Queiroz decide ponerlos durante el partido de cuartos de final contra Chile.