Enamorarse durante más de una década de una falsa modelo es más doloroso cuando además a la víctima le roban 700.000 euros.
El ingenuo y romántico personaje es el italiano Roberto Cazzaniga, jugador de la liga italiana de voleibol. El actual capitán del club Gioia Del Colle conoció en 2008, al parecer de manera virtual, a una chica llamada Maya que utilizó durante toda la estafa fotos la famosa modelo Alessandra Ambrosio.
“Como si hubiera salido de un coma”, dijo Cazzaniga a los medios italianos cuando descubrió el engaño y agregó que confió completamente en la mujer con la que incluso se comprometió, le ayudó económicamente con gastos requeridos por supuestos problemas de salud: “Nunca tuve dudas: para mí era ella. Me hizo sentir a gusto, me consoló”, contó a Mediaset el jugador del New Matter de la Serie B de voleibol.
La relación también se mantuvo por teléfono y el italiano se deslumbró por la voz de la estafadora que enviaba fotos de la supermodelo. A la hora de pactar una cita cara a cara, la impostora de Alessandra Ambrosio tenía una coartada para no conocerlo: “Puso mil excusas, enfermedad, trabajo. Y sin embargo, me enamoré de esa voz, era una llamada tras otra. Teníamos contacto solo por teléfono, era casi a diario. La llamaba antes de ir a entrenar o por la noche, antes de acostarme”, dijo el jugador.
Fueron los compañeros del equipo del deportistas de 42 años los que ayudaron a descubrir la estafa al sospechar de la mujer que tenía enamorado a Roberto hacía más de 15 años sin darle la cara. Sus amigos del club de voleibol contactaron al periodista Ismaele La Vardera para buscar evidencias de otra mujer llamada Manuela, supuesta amiga en común de la pareja.
La deuda es millonaria, pues los presentes incluyeron un Alfa Romeo Mito 0 kilómetros y numerosas transferencias de dinero: “Un día estaba en la habitación, a oscuras. Lo veo llorar, le pregunto qué tiene y me dice que se ha enamorado de una mujer que está en cuidados intensivos por una operación de corazón y no puede ir a verla al hospital porque podría enojarse”, contó Danilo, hermano del jugador a The Mirror.
Los investigadores del caso descubrieron que en realidad se trataba de una mujer llamada Valeria, que vivía en Cerdeña y tenía 50 años. El jugador engañado ha recibido toda clase de apoyo emocional y hasta económico, pues sus colegas quieren ayudarlo a recolectar el dinero que debe: “Era muy generoso con todas las personas que lo rodeaban. Podía entrenar aún lesionado y le hicieron daño a un buen chico metiéndolo en una historia absurda con rasgos surrealistas”, publicó el portal Corriere Della Sera tras la entrevista con Gianpaolo Montali, uno de los técnicos que dirigió a Cazzaniga.
Paolo Cozzi, excompañero y medallista olímpico con la selección italiana de voleibol, pidió respeto por Roberto: “No hay que compadecer ni burlarse: esta es una historia que también le puede pasar a otros porque hay debilidades humanas y trampas de la existencia”, pidió en medios internacionales.