En el partido entre Colombia y Catar, los asiáticos acudieron al juego fuerte y James Rodríguez fue una de las principales víctimas. En el final del partido Pedro le dio un fuerte golpe al 10 y luego lo increpó mientras estaba en el suelo indefenso. Rápidamente, Mateus Uribe salió en defensa de su compañero y chocó con el jugador que lo estaba atacando. Esta acción generó un encontronazo entre varios jugadores de ambos equipos y resultaron amonestados Mateus y Pedro. En redes sociales varios usuarios exaltaron la acción de Uribe escribiendo: “Alguien que me defienda como Mateus defiende a James”.
Lo que pocos saben es que Mateus no solo estaba escudando a su coequipero sino a su amigo del alma y casi hermano. La historia de estas dos estrellas de la Selección nació cuando solo eran niños en el Torneo Pony Fútbol de 2004. A sus 12 años, James estaba participando con el equipo Academia Tolimense de Ibague, mientras que Mateus debía defenderlo con el Envigado. Finalmente, el equipo de Rodríguez terminó campeón y el de Uribe, segundo. Le recomendamos: Del barrio a la gloria: el más completo cubrimiento multimedia de la Copa América Tras la gran actuación de James David el Envigado le ofreció quedarse y los que habían sido rivales se convirtieron en amigos. Junto con Juan Fernando Quintero, que era menor, conformaron un trio de temer en las canchas e inseparables fuera de ella.
Desde que era un niño se sabía que James era un superdotado por lo que emigró al fútbol argentino con Banfield. En ese país James le ofreció su casa a Mateus, que también mostraba buenas condiciones pero no al nivel de su ‘parcero’. Allí entrenaron juntos y mientras James era figura de Banfield, Mateus intentaba ganarse un lugar en algunos de los equipos en los que se presentaban pruebas. Tras el traspaso de James al Porto, los caminos se separaron de manera momentánea pues el 10 iba a buscar la gloria en Europa mientras que Uribe buscaba consolidarse en el fútbol colombiano. En este tiempo nunca perdían contacto y desde la distancia, James motivaba a su amigo a que continuara luchando por su sueño de ser un grande del fútbol colombiano. James cumplió las expectativas y se convirtió en una gran estrella en Europa con Porto y Mónaco, además de la estrella de la Selección en el Mundial de Brasil. Por su parte, el proceso de Uribe fue más lento pero su excelente nivel en clubes como Deportes Tolima y Atlético Nacional le abrió las puertas en la Selección. Le puede interesar: ¡Estamos en cuartos!: Un golazo de Duván le dio la victoria a Colombia frente a un complicado Catar El debut de Uribe fue en 2017 en el partido de eliminatorias frente a Bolivia siendo titular y en el que marcó su amigo James. A partir de este llamado de José Pékerman, Mateus se volvió un habitual en la Selección y comparte en las concentraciones con su amigo de infancia. Uribe es uno de los jugadores más importantes dentro del esquema de Carlos Queiroz y estrella del América de México, uno de los equipos más poderosos del continente americano. En los dos partidos de la Copa, Uribe ha sido titular demostrando un gran nivel y su versatilidad en la cancha. James también se ha destacado con dos pases de gol claves para los triunfos colombianos frente a Argentina y Catar. En el partido contra Catar hubo una prueba más de la amistad entre James y Mateus, dos jugadores que soñaron desde la niñez es ser estrellas del fútbol colombiano y que cumplen el sueño juntos.