Ángeles Béjar se encerró en la Iglesia de la Divina Pastora de Motril, y entró en una huelga de hambre en busca de justicia para su hijo, Luis Rubiales. El actual presidente, temporalmente suspendido de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), ha sido el centro de una controversia mediática debido a la polémica suscitada por su gesto con Jenni Hermoso.
Béjar se ha propuesto permanecer en el santuario del barrio Capuchinos, día y noche, hasta que su hijo reciba lo que ella considera un trato justo. Ángeles no ha escatimado palabras al expresar su indignación, por lo que llama una “cacería inhumana y sangrienta” dirigida hacia su hijo.
Desde el interior de la parroquia, Béjar ha instado públicamente a Hermoso a “decir la verdad” y a mantener su versión inicial de los hechos, alegando que las imágenes demuestran un consentimiento mutuo que excluye cualquier indicio de abuso sexual, según informó el medio español Marca.
La madre de Luis Rubiales también se ha cuestionado las motivaciones detrás de lo que considera una persecución injusta hacia su hijo. En este sentido, ha solicitado comprensión de parte de la sociedad, ya que sostiene que la situación podría afectar a cualquiera.
La lucha de Béjar se intensifica mientras su hijo enfrenta un escenario difícil en la ciudad de Motril. Las pintadas de apoyo y en contra de Rubiales aparecieron en el estadio. El Ayuntamiento negó el uso del campo para un partido amistoso en su honor y los líderes políticos discuten la posibilidad de retirarle la medalla de oro otorgada por la ciudad.
Con el respaldo del grupo municipal de IU-Verdes Equo de Motril, se ha propuesto la retirada de la mencionada medalla de oro, argumentando que existen motivos suficientes para hacerlo, según indicó el diario Marca. Este movimiento político se basa en las circunstancias actuales que rodean a Luis Rubiales y su reciente suspensión de actividad en la RFEF.
Rubiales sigue en la cuerda floja
El Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) español podría iniciar este lunes un procedimiento contra Luis Rubiales, que puede llevar a otra suspensión tras la de la FIFA, mientras la Federación Española (RFEF) intenta poner algo de orden.
El máximo organismo del fútbol mundial suspendió a Rubiales “de toda actividad relacionada con el fútbol a nivel nacional e internacional” por un periodo inicial de 90 días, mientras “se tramita el procedimiento disciplinario” abierto en su contra.
El TAD podría este lunes seguir los pasos de la FIFA, tras la denuncia presentada el viernes por el Consejo Superior de Deportes (CSD), dependiente del gobierno español.
Se reunirán este lunes de forma extraordinaria, adelantando su reunión semanal del jueves, para decidir sobre la denuncia presentada por el CSD el viernes pasado, lo que podría abrir la puerta a su suspensión.
Si el TAD abre expediente a Rubiales, el CSD reunirá a su Comisión Directiva para decidir sobre la suspensión de Rubiales.
“Si el Tribunal estima esa denuncia y empieza a tramitar ese expediente, podremos pedir la suspensión provisional del presidente de la RFEF hasta que acabe la tramitación del expediente con la decisión que el TAD tome”, dijo el ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, el viernes en un comunicado.
El CSD presentó una denuncia ante el TAD por dos “infracciones muy graves” por un posible “abuso de autoridad” y “actos que atentan contra la dignidad o decoro deportivos”, y solicitó la suspensión cautelar de Rubiales, cuya actitud de resistencia en el cargo ha puesto patas arribas el fútbol español.
*Con información de AFP.