Llegó el día. Roger Federer se despide este viernes de las canchas de tenis solo una semana después de aquel anuncio que provocó una ola de mensajes por parte de colegas, famosos y deportistas de otras disciplinas que valoran el legado del suizo, justo antes de dar un paso al costado, a sus 41 años.
Roger eligió la Laver Cup, torneo que ayudó a impulsar, como el sitio perfecto para decir adiós en un partido de dobles, acompañado de su eterno rival, el español Rafael Nadal.
Aunque el anuncio ya se había hecho unos meses atrás, la noticia de que sería su último partido oficial despertó la locura entre los aficionados, dispuestos a pagar cualquier precio para despedirse de ‘Su Majestad’.
En un principio, las entradas iniciaban desde las 185 libras esterlinas, es decir, 900.000 pesos colombianos. Sin embargo, el precio se fue elevando después del anuncio de Federer, cuando las entradas restantes solo podían conseguirse con revendedores. A pocas horas del inicio del partido, el costo de una entrada ya se había disparado a 25.000 (más de 100 millones de pesos) y 50.000 euros (más de 200 millones de pesos), una locura para aquel que hubiera esperado hasta último momento.
A pesar del repunte de los precios, las entradas para este primer día de competencias se vendieron en su totalidad y el O2 Arena de Londres estará totalmente lleno para ver los últimos golpes del suizo, que se hizo grande al conseguir en ocho ocasiones el título de Wimbledon, que se disputa cada año en territorio inglés.
Inicia una nueva era
Destacando la “belleza” de su tenis o su galante personalidad, los fans de Roger Federer expresan tristeza y emoción en Londres ante la perspectiva de ver a su ídolo por última vez antes de que cuelgue la raqueta el viernes.
Algunos habían comprado sus entradas hace muchos meses, cuando nadie imaginaba que la Laver Cup sería el escenario del último partido profesional de la leyenda suiza. Otros decidieron venir solo recientemente tras enterarse de que se retirará del circuito tras su partido de dobles del viernes, disputado junto a su gran rival y amigo, Rafa Nadal, contra la pareja de estadounidenses Jack Sock y Frances Tiafoe.
Muchos afirman ser “más de Nadal”, pero todos reconocían admirar al suizo mientras esperaban el jueves para verlo en su entrenamiento previo al inicio de este torneo de exhibición que él mismo contribuyó a crear. “Incluso si te gustan Nadal o Djokovic, no puede no gustarte Federer, tienes que amarlo, es tan galante”, dice a la AFP Carla Khoury, de 31 años, estudiante de doctorado egipcia que vive en Londres.
Compró las entradas, por el equivalente a unas 25 libras para ver el entrenamiento de una hora, junto a dos amigas. “Lo hicimos el día preciso a la hora precisa en que salieron a la venta” en marzo, asegura una de ellas, Salma Mashhour, de 30 años, doctorada en ciencias políticas.
“Las compramos (...) porque dijeron que estaría Federer, así que esto siempre fue por él”, pese a que entonces debía simplemente tratarse de su regreso tras un año alejado de los torneos, agrega.
Les “parte el corazón” que se retire. “Pero también creemos que es la decisión correcta, porque cuando estás acostumbrado a estar en lo más alto es duro sufrir tantas lesiones y ver cómo las generaciones más jóvenes te ganan”, asegura Manshhour mientras avanzaban nerviosas hacia la entrada de la O2 Arena de Londres.
“Mi amigo me llamó y me dijo: ‘oye, es al última vez que podemos verlo’, así que aquí estamos”, afirma Bolaji Palmer, administrativo en un servicio de salud, de 43 años.
Hace dos días, cuando tomaron la decisión, solo quedaban entradas prémium, por varios cientos de dólares, para el partido del viernes, totalmente fuera de su presupuesto, así que optaron por el entrenamiento, explica su colega Andras Kerekes, de 41 años, uno de los asistentes al entrenamiento en el que también estuvieron Djokovic y Murray, una oportunidad de despedirse para aquellos que no tenían tanto en el bolsillo como para estar en el duelo estelar.
*Con información de la AFP.