La estrella Simone Biles, que no ha participado en ninguna competición desde los Juegos Olímpicos de Tokio en 2021, figura en la lista de participantes inscritos del US Classic (4 y 5 de agosto), anunció el miércoles la Federación Estadounidense de Gimnasia.
La propia Biles no comunicó nada oficialmente sobre su reaparición por el momento, pero estar en la lista de inscripciones parece apuntar claramente a su presencia en esta cita, que tendrá lugar en la periferia de Chicago. “La inscripción al US Classic es obligatoria para participar en el US Classic, pero no garantiza la participación”, precisó USA Gymnastics.
Biles había dejado su carrera temporalmente aparcada desde los Juegos de Tokio, donde había renunciado a la mayoría de pruebas en el último momento apelando a su salud mental y a la seguridad. En ese caso porque dijo perder los referentes en el aire, un fenómeno en la gimnasia especialmente delicado por generar desorientación e imprecisión.
En la cita japonesa, Biles, que había llegado como gran favorita, se conformó con ‘solo’ una medalla de plata en el concurso general por equipos y una medalla de bronce en viga de equilibrio.
El US Classic es uno de los eventos más prestigiosos del calendario estadounidense. La competición es a menudo un ensayo general antes de los campeonatos de Estados Unidos, previstos este año a finales de agosto en San José (California).
Fue en esa misma competición en la que Biles regresó a la competición en 2018, después de dos años de pausa tras los Juegos de Rio-2016, donde se había colgado cuatro medallas de oro deslumbrando al mundo.
Salud mental
Sus problemas en Tokio contribuyeron a poner en primera línea el asunto de la salud mental de los deportistas, rompiendo un tabú. “Poner el tema de la salud mental encima de la mesa significa mucho para mí ya que la gente debe darse cuenta de que somos seres humanos”, había declarado Biles.
Desde Tokio, la estadounidense se mantuvo discreta sobre sus planes de futuro y hacia dónde quería dirigir su carrera deportiva. No anunció su retirada, limitándose a afirmar que quería dar prioridad a su bienestar. “Mi salud física y mental vale más que todas las medallas que pueda llegar a ganar”, había declaró.
Tampoco anunció nada sobre una posible participación en los Juegos Olímpicos de París, el próximo año. “No tengo para nada (los Juegos de) París en la cabeza. Hay muchas cosas sobre las que debo trabajar antes”, había afirmado en Tokio.
La superestrella de la gimnasia de los últimos años se implicó también en la denuncia de los abusos sexuales cometidos por el que fuera médico del equipo nacional Larry Nassar.
Además de sus siete medallas olímpicas -cuatro de oro-, Biles tiene un impresionante balance en Mundiales, con 25 medallas -19 de oro-. Recibió además la Medalla Presidencial de la Libertad de manos de Joe Biden, el año pasado.
La famosa gimnasta aprovechó además su parón deportivo para contraer matrimonio el pasado abril con el jugador de fútbol americano Jonathan Owens.
La última imágen suya en competencia fue en Tokio, cuando animó a sus compañeras estadounidenses que ganaron la presea de plata en la prueba de equipos, y declinó competir en las finales del all-around, el potro y ejercicios de piso. Reveló que padecía de los twisties, un término de la gimnasia que alude a un bloqueo mental que hace que los gimnastas pierdan el control de sus cuerpos mientras están en el aire.
Biles reapareció para la final de la barra de equilibrio, llevándose una medalla de bronce que le permitió empatar el récord de Shannon Miller de más preseas olímpicas por parte de una mujer estadounidense en la gimnasia olímpica.
Con información de la AFP.