El Real Madrid mantiene una posición de cautela en relación con la situación de Kylian Mbappé. El Paris Saint-Germain (PSG) ha advertido al jugador francés que debe renovar su contrato, el cual expira en junio de 2024, o ser traspasado este verano para evitar que se vaya libremente dentro de un año.
El presidente del PSG, Nasser Al Khelaïfi, estableció un ultimátum de “dos o tres semanas” para Mbappé, aunque luego se informó que la fecha límite real es el 31 de julio, según L’Équipe. Sin embargo, Mbappé no ha respondido a esta advertencia y se ha incorporado al trabajo con el PSG bajo la dirección de Luis Enrique el lunes (17 de julio), expresando su deseo de quedarse y cumplir el año restante de su contrato.
En el horizonte, hay un hecho crucial: el 1 de agosto, Mbappé debe recibir 40 millones de euros de los 80 millones correspondientes a la prima de fidelidad estipulada en su contrato para la próxima temporada. Todos asumen que a partir de esa fecha, las condiciones de la negociación cambiarán, incluido el Real Madrid, que sabe que llevar la situación hasta la última semana del mercado beneficia sus intereses al reducir las cifras involucradas.
El PSG busca una cantidad récord (actualmente establecida en los 222 millones que el propio PSG pagó al Barcelona por Neymar) y Mbappé no quiere renunciar a su prima de fidelidad. Esta operación implica grandes sumas de dinero, aproximándose a los 400 millones, cifra a la cual el Real Madrid no planea llegar, aunque podría hacerlo debido a su potencial económico.
El lunes, el club blanco presentó un resumen de sus cuentas correspondientes a la temporada 2022-23. El informe es alentador para aquellos que consideran que el Real Madrid debería tomar una decisión importante y presentar una oferta significativa por Mbappé para asegurar su fichaje de manera inmediata. Los ingresos han alcanzado los 843 millones de euros (superando por primera vez los niveles previos a la pandemia de la covid-19), se ha cerrado el ejercicio con una ligera ganancia de 11.8 millones y, lo más importante, la tesorería al 30 de junio ascendía a 128.2 millones de euros.
A esa cantidad se suman varias líneas de crédito sin utilizar que podrían proporcionar al Real Madrid hasta 265 millones de euros para afrontar “con solidez”, según la información proporcionada por el club, “los compromisos de pago previstos”. Aunque el traspaso de Mbappé aún no se incluye entre estos compromisos, queda claro que hay recursos disponibles si se llega a esa batalla: 393 millones de euros entre la tesorería y las líneas de crédito, casi 400 millones de euros para respaldar una operación histórica.
El informe preliminar retrata al Real Madrid como un club con una sólida salud económica que ha superado ampliamente los 800 millones de euros en ingresos por primera vez. Además, se espera que la finalización de las obras del estadio Santiago Bernabéu traiga tiempos aún mejores en términos financieros.
Los ingresos derivados del estadio siguen siendo inferiores al inicio de la obra (un 13% menos que en la temporada 2018-19) debido a la reducción de la capacidad. Sin embargo, se prevé que la obra principal se complete a finales de 2023 y que a partir de enero de 2024 entren en juego las nuevas líneas de negocio que impulsarán los ingresos del club, aunque no alcanzarán su pleno rendimiento hasta la temporada 2024-25, la primera con el nuevo Bernabéu en pleno funcionamiento.