Este miércoles 21 de septiembre, mientras se jugaba el partido por la fecha 13 de la Liga BetPlay entre Cortuluá y el Deportivo Cali en el estadio Doce de Octubre de la ciudad vallecaucana de Tuluá, hubo una invasión de hinchas del cuadro azucarero al campo de juego, quienes, disgustados con el resultado, decidieron actuar violentamente contra sus propios jugadores, incluso agrediendo al director técnico Mayer Candelo.
Ante lo sucedido en el escenario deportivo de Tuluá, se pronunció en varios medios de comunicación el presidente de la Dimayor, Fernando Jaramillo, refiriendo a las lamentables imágenes que dejó el enfrentamiento entre Cortuluá y Deportivo Cali, además de las sanciones que podrían recibir el equipo verdiblanco y su hinchada.
“Desde el punto de vista deportivo, tendrá sus consecuencias y los hinchas saben que este tipo de acciones lo único que hacen es perjudicar aún más a sus clubes; entonces, el Comité Disciplinario, con base en la información del comisario y del árbitro, tomará las medidas pertinentes y se estarán informando más adelante”, afirmó Jaramillo, dejando claro que sí habrá sanciones contra el Cali.
En días pasados, habían surgido rumores que las sanciones serían para el equipo local, como sucede en la mayoría de los casos de violencia en el fútbol colombiano.
Uno de los principales problemas para individualizar sanciones es el reconocimiento de los hinchas que invadieron la cancha y golpearon a los jugadores del Deportivo Cali y al director técnico de ese momento, Mayer Candelo.
Ante esto, Jaramillo dijo lo siguiente: “Estamos trabajando de la mano de las autoridades y del Cortuluá para identificar a estas personas, que estaban identificadas con un sistema que tiene el club, con su número de cédula, y judicializarlas, que es lo más importante”.
Y agregó: “Queremos identificarlos, judicializarlos y aplicarles una sanción. Lo que se busca es aplicar un castigo ejemplar por parte de los jueces y prohibirles la entrada a los estadios del país. Esto lo único que hace es alejar a las familias e hinchadas de los estadios, en medio de tanto esfuerzo que hacen todos los equipos”.
Muchos periodistas deportivos aseguraron que el sancionado no sería Deportivo Cali, sino el Cortuluá, ya que este equipo es el dueño de la plaza, por lo que es el encargado de garantizar la seguridad para que estos hechos no ocurran. El reglamento de la Dimayor lo especifica de la siguiente manera:
“Cuando el público invada la cancha se sancionará al club local con suspensión de la plaza de una (1) a tres (3) fechas. Si como consecuencia de la invasión se retardare o impidiere el normal desarrollo del partido, la suspensión será de dos (2) a cuatro (4) fechas”. Más adelante dice: “Incurrirá el club en la sanción anterior en caso de que el público agrediere a los árbitros, directivos, personal integrante de los equipos o autoridades, antes, durante o después del partido”.
No obstante, al ser esta una situación diferente, ya que toda la invasión y la violencia en el estadio tuvo a la hinchada visitante como responsable, el Cali tendría que ser sancionado. Y así lo indica el propio reglamento de disciplina del Fútbol Profesional Colombiano: “Los clubes que hagan las veces de visitante serán responsables de la conducta impropia de los espectadores considerados como sus seguidores, de conformidad con el grado de culpabilidad que se logre establecer”.
El caso más reciente de una situación similar se dio este mismo año en Santa Marta, cuando en el estadio Sierra Nevada hinchas de Unión Magdalena y Junior de Barranquilla invadieron la cancha, protagonizando una fuerte batalla campal. Sin embargo, aunque los dos equipos fueron sancionados, el mayor perjudicado fue el club local, el cual tuvo que jugar durante 10 fechas en su estadio sin presencia de público.