El equipo de Nueva Zelanda quiere ayudar a la halterófila Laurel Hubbard, primera mujer transgénero en participar en unos Juegos Olímpicos, a gestionar la “enorme atención” que suscita en Tokio, afirmó la portavoz del Comité Olímpico Neozelandés.
Hubbard, nacida varón pero que se convirtió en mujer tras cumplir sus 30 años, suscitó un debate tras su selección, después de cumplir con los criterios para la misma.
“Trabajamos estrechamente con Laurel, como con cualquier otro deportista, pero en particular con ella por la enorme atención que genera”, declaró este sábado Ashley Abbott.
“Estamos viendo qué será lo mejor para ella en términos de interacción con los medios. Así que habrá limitaciones”, dijo.
¿Cómo clasificó?
Hubbard pudo entrar en la selección femenina tras probar que sus niveles de testosterona eran inferiores a los recomendados por el Comité Olímpico Internacional (COI), fijados en 10 nanomoles por litro durante un periodo de, al menos, 12 meses.
Competirá en Tokio en la categoría de los más de 87 kg, en la que ocupa el 16º puesto mundial.
Pero ha habido críticas que argumentan que Hubbard se beneficia de otras ventajas ligadas a su pasado como hombre, lo que hace que su presencia sea injusta de cara a otras competidoras.
“Seguiremos trabajando con ella con el fin de asegurarnos que esté apoyada constantemente y que comprenda el entorno en el que está”, añadió Abbott.
La jefa del Comité Olímpico de Nueva Zelanda, Kereyn Smith, había señalado que Hubbard, de 43 años, nacido hombre pero convertida en mujer, cumple todas las condiciones para la participación de los atletas transgénero.
“Reconocemos que la identidad transgénero en el deporte es un tema altamente delicado y complejo que exige un equilibrio entre los derechos humanos y la ecuanimidad en el terreno”, afirmó en un comunicado.
Hubbard ha estado fuera de la competición durante mucho tiempo tras haber sufrido una lesión en el codo en los Juegos de la Commonwealth en 2018.
“Está conforme a las exigencias del COI y probó que es una mujer... Por lo tanto, hay que darle su oportunidad y que pueda competir”, explicó en 2018 Paul Coffa, secretario general de la Federación de Halterofilia de Oceanía, para justificar su participación en los Juegos de la Commonwealth.
¿Ventaja física?
Sin embargo, ese año la Federación Australiana de Halterofilia intentó impedir su participación, considerando que su musculatura y su fuerza (desarrolladas cuando era un hombre) le daban una ventaja física más allá de su nivel de testosterona.
Por su parte, Laurel Hubbard habla poco, pero en 2017 explicó en Radio New Zealand que solo deseaba competir en un deporte que ama y que no le no le preocupaban las críticas.
“Si lo pienso, eso hace mis arrancadas aún más difíciles... soy quien soy”, explicó. “No quiero cambiar el mundo. Solo quiero ser yo misma y hacer lo que hacía antes”, añadió.
El último escándalo de los Juegos
Tokio-2020 se pone en marcha un año después. La ceremonia de apertura del viernes en la capital japonesa estará llena de simbolismo. El movimiento olímpico podrá celebrar unos Juegos que el covid puso en peligro. Un evento que ya ha comenzado con el sóftbol y el fútbol.
Pero los Juegos tuvieron un último susto en la víspera de su inauguración.
El responsable de la ceremonia de apertura, Kentaro Kobayashi, fue destituido este jueves de su cargo por una broma referida al Holocausto realizada hace dos décadas, en el último episodio de polémica que está viviendo el evento.
“Nos hemos enterado que durante un espectáculo en el pasado, utilizó un lenguaje burlesco al referirse a este trágico episodio del pasado”, declaró la máxima responsable de Tokio-2020, Seiko Hashimoto, por lo que se decidió “el cese en sus funciones de Kobayashi”.
La polémica escena, grabada en video en 1998, muestra a Kobayashi y a otro actor fingir ser unos famosos comediantes infantiles de la televisión nipona.
En un momento dado, Kobayashi se refiere a unos muñecos de papel como “esos que la última vez dijiste: ‘¡Vamos a jugar al Holocausto!’”, provocando la risa de la audiencia.
La pareja bromea también sobre el enojo que provocaría esta referencia al Holocausto a su productor televisivo.
El video salió a la luz durante la madrugada del jueves, provocando una gran conmoción.