El pasado 20 de diciembre de 2022, en el estadio Lusail de Qatar, Lionel Messi acabó con el dilema de quién era el mejor jugador de todos los tiempos; él junto a una camada de jugadores de la Selección Argentina en la que al principio pocos creían, consiguió levantar la Copa del Mundo, tal vez el único de los trofeos de prestigio que le faltaba a su exitosa carrera deportiva.
Además, acabó con una sequía de 20 años para Sudamérica sin título de cita orbital y una de 36 años para la ‘albiceleste’ tras lo alcanzado por la otra gloria de su país, Diego Maradona, en México 1986.
Habiéndose ya cumplido algo más de un mes de aquel día, en las últimas horas el diario Olé dio a conocer una conversación inédita con el 10, donde hablaron de todo lo que fue antes, durante y después del partido. Los entrevistadores también dejaron perplejo a Messi al llevarle la camiseta de Argentina con las tres estrellas y el parche de campeón del mundo, misma que ya había portado en la celebración, pero que no había tenido la posibilidad de ver con suma calma: “No la había tenido, la había visto... Impresionante...”, dijo mientras extendía la prenda en una mesa de su casa en París.
Reflexivo, añadió en su respuesta al sentido momento que le hicieron vivir los comunicadores: “Terrible haber vivido todo lo que viví, el poder decir que somos campeones del mundo, que soy campeón del mundo, es lo que busqué toda mi carrera, encima era lo que me faltaba y al mismo tiempo lo que cualquiera desea. Porque para cualquier jugador lo máximo es ganar un Mundial. Yo tuve la suerte de ganar todo anteriormente y era como cerrar todo, el poder terminar con un Mundial y poder decir que gané todo en mi carrera es una locura”.
Siguiendo con la conversación, fue consultado por las veces que deseó el momento de gritar campeón y levantar ese trofeo que al fin se le dio ante Francia: “Ufff... Muchísimo. Después de tanto tiempo en la Selección, de Mundiales anteriores, de haber estado tan cerquita también en 2014, de haberla visto ahí pasando tan cerquita sin poder hacer lo que hice en esta última. Atrás de esto hubo mucho sacrificio, mucha derrota, mucho momento duro, los cuales me tocó pasar. Fue una situación hermosa”.
Echando hacia atrás la película de ese momento de celebración en su cabeza, contó la razón del gesto y la imagen que le dio la vuelta al mundo donde acaricia la copa, la besa y hacia sus adentros muestra una cara de satisfacción por haberlo logrado.
“No sé explicarlo con palabras lo que sentí en ese momento. Al ver la Copa ahí, no tenía pensado la reacción esa. Fue verla e ir porque estaba tan cerquita, me salió de adentro, acercarme, tocarla, besarla. Y fue una emoción enorme de poder decir, ya está, podemos agarrar, tocar. Salió sin pensarlo porque no la había visto antes de subir”, afirmó Messi.
De manera reveladora, el futbolista argentino contó lo que dijo segundos antes de que su compañero pateara el penal definitivo que los dejó como campeones: “Vi que se dijo que le hablaba a Diego o mi abuela. Le pedí a Dios como siempre, y le hablaba a Cachete que lo meta, que defina ya, que no lo estire más. Porque teníamos una chance más con Dibu o hacer otro nosotros. Le decía, ‘por favor, Cachete, metelo, que termine acá´. Era hablarle a él (por Montiel), a Dios y rezando”.
Para finalizar, y como siempre ha sido, Lionel Messi fue muy cauto sobre dar esperanzas a la gente que lo admira y las posibilidades de llegar al Mundial 2026: “No sé, yo siempre dije que por edad me parece que es muy difícil que llegue. Me encanta jugar al fútbol, amo lo que hago y mientras esté bien y me sienta en condiciones físicas y siga disfrutando de esto, lo voy a hacer. Pero me parece mucho hasta el Mundial que viene”.