A mediados de 2017, cuando Reinaldo Rueda dio un paso al costado, los directivos de Atlético Nacional se encontraron con el difícil reto de suplir al mejor entrenador de su historia. Seis títulos en dos años, incluyendo una Copa Libertadores, sirvieron para que Rueda fuera idolatrado como un héroe en su despedida.El elegido por la dirigencia verde para seguir esta historia de éxito fue Juan Manuel Lillo. Un técnico español que tenía como principal referencia el haber sido el maestro de Pep Guardiola pero que tenía el atenuante de no tener títulos por lo que desde el inicio hubo resistencia por su nombramiento.Con el pasar de las jornadas la resistencia se fue acrecentando debido al estilo que trató de imponer el español con el que lograba resultados positivos pero no lograba entretener a la exigente afición verdolaga, acostumbrada a ver a su equipo ganar y exhibir un fútbol vistoso a la vista.Puede leer: Las geniales, curiosas y a veces incomprensibles frases del nuevo técnico del NacionalEl descontento de los fanáticos se vio reflejado en las malas asistencias del equipo en el Estadio Atanasio Girardot que en semestres anteriores casi siempre estaba a reventar. Los hinchas encontraron en su ausentismo la forma para presentar su inconformismo con el técnico.Esta situación quedó evidenciada en su máxima expresión en el partido de vuelta de su serie de octavos de final frente al Deportes Tolima al que solo asistieron cerca de 21.000 hinchas. Un partido que en otros años se hubieran agotados las boletas.En el juego, Nacional alcanzó a estar clasificado cuando se puso arriba en el marcador por 2 a 0 en el minuto 51 pero con un penalti cinco minutos después se emparejó la serie que se debió definir a través de cobros desde el punto penal.En la definición desde los 11 pasos, Joel Silva estuvo inmaculado atajando los dos primeros cobros de los paisas y de esta forma eliminó al equipo verde en su propio campo.Le recomendamos: Con un héroe con capa llamado Joel Silva, Tolima eliminó a NacionalTras el resultado adverso, los hinchas que asistieron al Estadio manifestaron su inconformismo y con el coro “Cuando se va, cuando se va, Juan Manuel Lillo de Nacional” exigiendo la salida del técnico español.?? Cuando se va, cuando se va, Juan Manuel Lillo de Nacional... ?? pic.twitter.com/mBlHdu5AeH— PRADO VERDE 1999 (@PradoVerde1999) 3 de diciembre de 2017La popular pide la salida de Juan Manuel Lillo. Prácticamente todo el estadio se unió al cántico. pic.twitter.com/JiApTjkzbB— Santiago Dávila (@sandavila88) 3 de diciembre de 2017
Al mismo tiempo se llevaba a cabo la tradicional rueda de prensa posterior a los partidos. En una confusa escena Lillo ingreso a la sala acompañado junto a toda la nómina que quiso expresar su respaldo al entrenador de esta manera.Cuando le preguntaron si iba a seguir con el equipo, Lillo dijo que en su mente está seguir en su cargo porque tiene contrato con el club. “Lo único que justifica mi continuidad es que tengo un contrato y una responsabilidad legal".
El técnico aceptó que había problemas en el entorno del equipo “El entorno no se hubiese modificado si ni siquiera se hubiera ganado la liga. Hubiésemos comprado tiempo nada más”, confesó.“No quiero pensar en mí, ni tengo tiempo ni tengo ganas. Los argumentos en boca de un perdedor son alimentados como excusas”, dijo el técnico que como es tradicional llamó la atención con su inusual forma de responder los cuestionamientos de la prensa.En una respuesta inclusive llegó a citar al poeta español Antonio Machado: “Yo me jacto de mis propósitos y no de mis logros. En algunos momentos nos ha faltado ser nosotros mismo porque hemos jugado más a golpe del público que a golpe de lo que nosotros somos”, explicó.El presidente del club, Andrés Botero, respaldo al técnico al termino de la rueda de prensa. "Quiero agradecer a todos los jugadores por esta muestra de respaldo y de amistad con el profe Lillo. Tanto los jugadores como el técnico puedne contar con el respaldo de las directivas. Creemos en el proceso y en el trabajo que se viene haciendo", dijo Botero.A pesar de las palabras de Botero, parece difícil que puedan sostener al ténico español pues la resistencia de la hinchada en su contra es muy alta.Esta no era la primera incursión de este enigmático entrenador en Colombia pues ya había dirigido a Millonarios, en donde tampoco alcanzó éxitos deportivos destacables y su mayor huella fueron las frases que expuso en sus ruedas de prensa.