Independiente Santa Fe estrenará técnico apenas una semana después de haber sufrido la humillante goleada a manos de Águilas Doradas (0-5). Hubert Bodhert dio un paso al costado en común acuerdo con la directiva, que en menos de 24 horas ya tenía listo al uruguayo Pablo Peirano como su reemplazo.
Este martes en la noche, el técnico cartagenero rompió su silencio en entrevista con El Alargue y sacó pecho por el lugar en el que dejó al cuadro cardenal en la tabla de posiciones. “Mi balance es sencillo. Dirigí 15, 16 fechas y creo que lo que se debe hacer es que el equipo debe estar siempre en los lugares de clasificación. Podemos tener partidos buenos, regulares y malos, pero estuvimos en zona de clasificación”, dijo.
A pesar de la derrota que impactó en el ego de los hinchas, Santa Fe quedó en la séptima casilla con 23 unidades, a falta de cuatro partidos para el final del ‘todos contra todos’. “Las formas no son como uno quiere. Lo que toca es mirar el rendimiento, por qué no podíamos tener un fútbol tan estético como se quería. De alguna forma, conseguir resultados, es lo que veo”, declaró.
Durante el fatídico partido del sábado pasado, la hinchada tuvo represalias contra el presidente Eduardo Méndez, pero Bodhert no se salvó de los abucheos y los insultos desde la tribuna. “Al final de esto van a revisar los puntos, si estás clasificado. Mañana, más adelante, no es si jugaste bonito o feo. Nosotros tuvimos un Santa Fe donde siempre debe estar un equipo de esta talla, en los 8. Uno en el camino va mejorando cosas. A la salida mía, al equipo lo dejé clasificado”, sentenció al respecto.
En la prensa deportiva colombiana han surgido versiones sobre el mal ambiente al interior del camerino, algo que Bodhert niega rotundamente. “Al interior siempre estuvimos bien, con jugadores y directivos. Nunca tuvimos problemas con los jugadores. En todos los equipos estarán contentos los 18 de concentración y los que no, no lo estarán. Se han vendido muchas cosas”, advirtió.
Aquellas declaraciones luego del partido frente a Atlético Nacional, en las que el estratega criticó el compromiso y las cualidades técnicas de sus jugadores, todavía retumban en la mente de los más conspiranoicos. “Con los jugadores no pasó algo, la prensa la interpretó de alguna manera. Di mi punto de vista, cuál fue mi intención. Al interior de nosotros lo entendimos y seguimos adelante. No paramos porque si hubiese conflicto y dificultad, hasta ahí hubiéramos llegado”, declaró.
Aunque ya es demasiado tarde, Bodhert hace autocrítica y reconoce los errores que lo llevaron a dejar su cargo mucho antes de lo pensado. ““Siempre tengo un autoanálisis. Tuvimos desaciertos como todos. Lo hemos estudiado y nos quedará como experiencia. Yo estoy tranquilo, soy una persona que se entrega. Mi trabajo lo hago con pasión. No se dio, salí, pero nunca bajo nuestro mando, vimos un Santa Fe de décimo o algo así”, insistió.
Ahora, bajo las riendas de Peirano, reconocido por ser asistente técnico de Gerardo Pelusso en la Copa Sudamericana de 2015, el León espera conseguir los 7 puntos que le faltan para clasificar a los cuadrangulares.
Bodhert no guarda rencores y asegura que desea el mejor de los éxitos para la institución. “Hoy hay molestia por todo en Santa Fe. Ganamos el primer partido y no se habló de la victoria. Nunca se quiso reconocer nada. Ganamos el clásico y no se le dio importancia. Se fue generando un ambiente que no fue bueno y que desencadenó en esta situación. Ojalá las cosas mejoren para que todo vuelva a la normalidad”, concluyó.