La Selección Colombia vuelve a sufrir una pérdida dolorosa tras la muerte de Freddy Eusebio Rincón, aquel portentoso volante que se hiciera famoso por el tanto a Alemania en el Mundial de Italia 1990. “Viene Colombia, Dios mío” es la recordada narración de William Vinasco que enmarca una tarde gloriosa para el combinado nacional en la historia de sus participaciones en la cita orbital.
Aquel equipo tenía entre sus filas a grandes leyendas vivas como Carlos Alberto Valderrama, René Higuita, Arnoldo Iguarán, entre otros, pero también contaba con algunos que ya se han despedido de este plano terrenal.
Adiós al caballero
El primero y uno de los más traumáticos para los propios futbolistas fue el de Andrés Escobar, reconocido defensor central de la Selección y Atlético Nacional. Después del Mundial de 1994, en el que el caballero se marcó en propia puerta ante Estados Unidos, se produjo el reprochable hecho.
Días después de regresar al país, mientras se encontraba cerca de un restaurante de Medellín, entró en discusión con dos personas vinculadas al paramilitarismo y el narcotráfico en la ciudad de Medellín. De acuerdo con la investigación, el chofer de los sujetos bajó de otro vehículo y descargó su arma contra Escobar.
La opinión pública se quedó con la versión de que el motivo de su muerte había sido el autogol en el 1994, pero nunca se demostró la verdadera razón por la que lo ultimaron en su amada capital antioqueña.
El vuelo del Palomo
El segundo en decir adiós fue el delantero Albeiro Usuriaga, justamente el que clasificara a la Selección para Italia 90 con el gol en el Metropolitano de Barranquilla frente a Israel en el repechaje. Aunque Francisco Maturana decidió no convocarlo en la lista de los que viajaron a territorio italiano, su papel fue fundamental para que la Tricolor regresara al Mundial después de 28 años sin hacerlo.
En horas de la noche del 11 de febrero de 2004, Colombia se estremeció por el asesinato del Palomo en la ciudad de Cali, la misma que lo viera florecer futbolísticamente con la camiseta del América de Cali. Mientras departía con amigos en un negocio de la zona, un sicario se acercó y le propinó varios impactos de bala que acabaron con su vida de manera inmediata.
Las versiones sobre su muerte eran variadas, pues algunos reportes indicaban amenazas en contra de su familia; sin embargo, las investigaciones concluyeron que el crimen había sido ordenado por el jefe de una banda delincuencial. “Alguien llamó para amenazarlo de muerte. De esa llamada sabe mi hija, pero creo que no le alcanzó a comentar nada a Albeiro”, dijo la mamá del futbolista en declaraciones recogidas por El Clarín.
La despedida del Coloso
El último en sumarse a esta trágica lista fue Freddy Rincón, que este 13 de abril falleció en la Clínica Imbanaco de Cali, producto de un accidente automovilístico a bordo de una camioneta Ford. El lunes 11, sobre las 4:33 a. m., el automóvil se saltó una luz roja y chocó de frente con un bus de transporte público.
Freddy fue trasladado inmediatamente al centro asistencial más cercano con grandes lesiones y un “trauma craneoencefálico severo” del que no se logró recuperar.
La ilusión de una recuperación milagrosa se mantuvo viva hasta que el sexto comunicado médico de la clínica confirmó el fallecimiento. “En presencia de sus familiares y con su plena autorización, se permite informar que pese a todos los esfuerzos, Freddy Rincón ha fallecido”, dijo el médico Laureano Quintero.
“Queremos expresar nuestros sinceros sentimientos de condolencias, a sus familiares, a sus amigos y a sus allegados y a sus seguidores de todo el planeta. Nunca habrá forma de expresarles lo que se siente perder a uno de nuestros pacientes quien quiera que sea este paciente, les pedimos a todos hacer honore y enaltecer la vida de Freddy Eusebio”, agregó el portavoz de la Clínica Imbanaco.