La Premier League ha respondido finalmente al clamor del Liverpool por decisiones contundentes tras el polémico gol anulado a Luis Díaz en el partido de la semana antepasada frente a Tottenham (2-1).
Luego de sancionar a los integrantes del VAR, el campeonato inglés, por medio de la PGMOL, entidad encargada del arbitraje en ese país, ha modificado el protocolo en busca de evitar que situaciones como la de ese compromiso en Londres, se vuelvan a repetir.
Según informa The Athletic, el nuevo protocolo ya se ha empezado a usar desde este fin de semana, en el que todas las miradas estaban puestas sobre el desempeño del arbitraje.
De ahora en adelante, los miembros de la cabina están obligados a tomarse el tiempo necesario para la decisión correcta, sin importar que el partido se mantenga detenido por más tiempo del que habitualmente se desperdiciaba en la Premier.
“Además del proceso utilizado anteriormente, el VAR ahora debe confirmar el resultado del proceso de verificación con el asistente del VAR antes de confirmar la decisión final a los árbitros en el campo”, informa el reconocido medio inglés.
La decisión se tomó como consecuencia del error cometido por el VAR Darren England y su asistente Dan Cook, quienes, de acuerdo a lo revelado en los audios, no se habían percatado que la decisión sobre el campo de juego había sido fuera de lugar de Luis Díaz.
Después de revisar la jugada, England se comunicó con Simon Hooper, juez central del partido, y le dijo “chequeo completado”, dando pie al reinicio del juego desde el tiro libre a favor de Tottenham.
Una vez los asistentes se dieron cuenta del error le pidieron a Hooper que detuviera el compromiso nuevamente, pero ya era demasiado tarde para echar para atrás la confusa decisión.
Aunque en la transmisión del partido nunca se mostró la repetición del supuesto adelantamiento de Díaz, varios medios hicieron su propia medición y desataron el escándalo al determinar que el atacante colombiano se encontraba en posición lícita antes de marcar con un certero remate cruzado a la mano derecha del portero.
Otro escándalo en el Arsenal vs. Manchester City
La polémica por ese gol anulado al Liverpool se hizo más grande este domingo, pues Tottenham asumió el liderato de la Premier League aprovechando que el Manchester City cayó en su visita al Arsenal gracias al tanto de Gabriel Martinelli sobre los minutos finales del partido (1-0).
Los citizens cedieron de esa manera la punta del campeonato y cayeron al tercer lugar de la tabla, detrás del Arsenal, que ahora es segundo con los mismos puntos de su clásico rival.
Ese duelo directo por la parte alta no estuvo exento de polémica, pues Mateo Kovacic, volante del elenco visitante, estuvo a punto de ver la tarjeta roja por dos entradas al tobillo de Martin Odegaard y Declan Rice.
El VAR incluso llegó a revisar la primera de esas jugadas como “posible expulsión”, sin embargo, consideraron que la gravedad del contacto no era suficiente para pedir que el árbitro hiciera la revisión sobre el campo de juego.
Lo más grave es que, apenas unos minutos después, Kovacic volvió a cometer una falta fuerte y desató los reclamos desde el banquillo del Arsenal, donde pidieron a gritos segunda amonestación.
No obstante, el árbitro Michael Oliver, que había sido parte del cuerpo arbitral en el Tottenham-Liverpool, consideró que esa nueva falta no era merecedora de la segunda cartulina amarilla para el croata.
Kovacic pudo seguir en el partido e incluso jugó parte del segundo tiempo, hasta que, ante el riesgo de la roja, Pep Guardiola decidió retirarlo para el ingreso del portugués Matheus Nunes.