Luis Díaz fue titular este domingo en la final de la Carabao Cup, partido que Liverpool enfrentó ante el Chelsea en el mítico estadio de Wembley. Ante las ausencias de Darwin Núñez y Mohamed Salah, toda la esperanza de los reds recaía en un juego brillante del colombiano, que se confirma como uno de los jugadores favoritos en la baraja de Jürgen Klopp.
En los primeros minutos del partido, Díaz lució sus mejores características, le velocidad y el desequilibrio, poniendo en serios problemas a la defensa rival. De hecho, una de las ocasiones más claras del primer tiempo llegó en sus pies, aunque no pudo encontrar destino de portería ante la alta densidad de zagueros que el Chelsea dispuso en su propia área.
El partido cambió de dueño cuando Ryan Gravenberch salió lesionado por un fuerte pisotón del ecuatoriano Moisés Caicedo. De ahí en adelante, los blues se tomaron confianza para salir al ataque y lograron tocar la red con un gol de Raheem Sterling que sería anulado por fuera de lugar en la jugada previa.
Antes de esa aparición de Sterling, el Chelsea ya había gozado de una ocasión clarísima frente a la portería de Caoimhín Kelleher. Una pelota sin dueño quedó rebotando para el impacto de Cole Palmer, que hubiera saboreado el grito de gol si no fuera por la fantástica intervención del arquero irlandés para mantener su arco en cero.
La conclusión al descanso estuvo inclinada hacia un partido que se iba a definir por pequeños detalles y que no tendría un claro dominador por lo visto en los primeros 45 minutos.
La final del ‘gol anulado’
Irónicamente, en el segundo tiempo el que tuvo un gol anulado fue Liverpool. Tras una pelota quieta bien servida por Andy Robertson, el defensor central Virgil Van Dijk ganó el cabezazo y puso a celebrar a sus hinchas.
Lastimosamente, el VAR encontró un supuesto fuera de lugar posicional de Wataru Endo a la hora de hacerle una cortina a un defensor del Chelsea para que no pudiera detener el remate del neerlandés.
Luego de esa decisión, el partido se abrió y hubo opciones en ambos arcos. Luis Díaz lideró los ataques del Liverpool picando desde la izquierda hacia el centro, mientras que el Chelsea golpeó con un cabezazo de Conor Gallagher que se estrelló en el vertical cuando el arquero de los reds ya se había dado por vencido.
Los últimos diez minutos del tiempo reglamentario fueron un ida y vuelta constante en el que Chelsea gozó de las mejores opciones para bajarle el martillo a la final y llevarse el título.
Al término de los 90 minutos, ninguno se sacó diferencia, lo que provocó que todo se fuera a la prórroga en un Wembley abarrotado por hinchas azules y rojos.
La apertura del marcador sólo llegaría a los 118, muy cerca del final, nuevamente con Van Dijk como protagonista. Esta vez el VAR no encontró ninguna razón para anularlo y permitió que Liverpool se fuera adelante con muy poco margen de tiempo para la respuesta del Chelsea.
El pitazo final hizo oficial un nuevo título para el Liverpool, que empieza a darle una despedida a la altura a su cuerpo técnico. Luis Díaz completa con este su cuarto trofeo desde que llegó a Inglaterra después de haber ganado la FA Cup, la Community Shield y la Carabao Cup en el año 2022.
Los reds confirman el gran momento que pasan en la actualidad y reciben un golpe de motivación extra para continuar con la lucha de la Premier League, que los tiene con apenas un punto de diferencia respecto a Manchester City.