El presidente de la Real Federación del Fútbol Español (RFEF), Luis Rubiales, sigue en el ojo del huracán después de su bochornoso hecho con la futbolista Jenni Hermoso en el festejo inmediato después de que la Selección Femenina de España fuera campeona del mundo.
En la final que se jugó en Australia, el dirigente besó en la boca a la futbolista, lo que causó un fuerte rechazo, que incluso en este momento le podría causar problemas legales por una denuncia.
Miguel Galán, director del Centro de Formación para los Entrenadores (Cenafe), presentó una denuncia contra Rubiales por incumplir la ley 29 de 2022 en el deporte, por un “acto sexista hacia una jugadora”.
En un escrito, Galán explica que “según la Disposición Final 1.ª de dicha ley, se trata de un acto sexista intolerable del deporte. Le corresponde, por tanto, al Consejo Superior de Deportes trasladar mi denuncia al Tribunal Administrativo del Deporte para iniciar un expediente para investigar el alcance del acto reglado por la nueva ley del deporte”.
El director de la Cenafe ha sido un acérrimo rival de la gestión de Rubiales en España y está reclamando la apertura de un expediente con el presidente de la RFEF.
Borrado del festejo
La denuncia de Galán se dio horas después de que Rubiales no hiciera presencia en los festejos de la Selección de España por Madrid, donde miles de personas salieron a las calles a arropar a sus jugadoras.
En ese acto, el entrenador español, Jorge Vilda, dedicó unas palabras a “las jugadoras que no han podido estar” en el Mundial y también mencionó a Rubiales, acotando que “ha sido uno más”, dentro del trabajo que constituyó el campeonato de la Fifa.
Estas palabras tuvieron especial resonancia por la reacción de Athenea del Castillo, jugadora del Real Madrid, quien tuvo un gesto en su rostro al escuchar esas palabras de su técnico.
Además, este martes 22 de agosto el equipo español hizo presencia en La Moncloa para encontrarse con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, donde se vio al directivo retirado de las luces.
Incluso, al momento de saludar a Sánchez se pudo notar a Rubiales frío, sin sonrisas ni felicidad.
“Con el rostro extremadamente serio, Rubiales ha estrechado la mano de Sánchez, cuyo saludo no ha ido más allá, mientras que con el resto de miembros de la expedición ha transmitido más afecto”, fue la descripción de Mundo Deportivo para el suceso.
La excusas de Rubiales no han servido
El beso a Jenni Hermoso hizo que la RFEF publicara un video de Rubiales en el que ofrece disculpas y dijo: “Seguramente me he equivocado”, pero aseguró que lo hizo en “un momento de máxima efusividad”.
“Aquí lo veíamos algo natural, normal, pero fuera parece que se ha formado un revuelo”, dijo Rubiales en el video.
“Si hay gente que se ha sentido por esto dañada, tengo que disculparme, no queda otra. Y, además, aprender de esto y entender que cuando uno es presidente de una institución tan importante como la federación, pues tiene que, sobre todo en ceremonias y en este tipo de cuestiones, tener más cuidado”, añadió.
Pero estas palabras no han calmado la avalancha de críticas hacia el directivo de fútbol, a quien le piden una renuncia inmediata en España.
El ministro de Cultura y Deporte del país, Miquel Iceta, dijo a Radio Nacional de España que “es inaceptable besar en los labios a una jugadora para felicitarla”.
Más fuerte fue la reacción de la ministra de Igualdad, Irene Montero. “Es una forma de violencia sexual que sufrimos las mujeres de forma cotidiana y hasta ahora invisible, y que no podemos normalizar. Es tarea de toda la sociedad. El consentimiento en el centro”, escribió Montero el domingo (20 de agosto) en la red social X, previamente conocida como Twitter.
Por otra parte, Cuca Gamarra, portavoz del Partido Popular en el Congreso español, dijo que “un eje fundamental debe de ser el respeto a las mujeres y lo que vimos fue bochornoso. Lo que no está bien hecho tiene que tener consecuencias, sobre todo si ha indignado a todo un país”.