Mientras los hinchas del Real Madrid esperan el anuncio del fichaje de Kylian Mbappé, acudiendo en busca de su dosis diaria de rumores en las redes sociales, la renovación de Luka Modric hasta 2024 trae un alivio. Esta noticia no solo es buena para el Real Madrid, sino también para el fútbol en general, ya que el centrocampista croata es uno de esos pocos jugadores capaces de unir a aficionados que parecen ser tan incompatibles como el agua y el aceite.
Su tenacidad, indeleble a pesar de sus 37 años, y sobre todo su calidad, hacen que sea una tarea ardua encontrar una sola palabra o frase que capture la esencia del 10 del equipo blanco, un jugador extraordinario por sí solo.
La mayoría de los jugadores, al llegar a cierta edad, prefieren apartarse, dejar de competir y embarcarse en una nueva aventura en un club menos exigente, en el que puedan acumular ceros en sus cuentas bancarias. Modric ha tenido todas las condiciones a su favor para tomar ese camino en los últimos meses, con ofertas desorbitadas llegando desde Oriente Medio, pero nunca dudó. No importaba si era Catar o Arabia Saudita quienes llamaban a su puerta, o si le ofrecían un cheque en blanco. Él quería que el blanco continuara en su camiseta, y lo ha conseguido.
Modric lleva el ADN del Real Madrid en sus venas, de principio a fin. Es su hogar, donde más ilusión le hace jugar, especialmente ahora, con el nuevo estadio a la vuelta de la esquina, y donde sabe que puede competir al máximo nivel semana tras semana. Luka quiere seguir luchando por los principales títulos y, junto a Nacho, este año aspirará a convertirse en el jugador más laureado en la historia del club, actualmente ostenta 23 títulos, dos menos que Marcelo y Benzema.
Además, al igual que sucedió con estos dos últimos en la temporada de la 14ª, Nacho será el capitán, pero Luka Modric apunta a lucir el brazalete en más ocasiones. Aunque es cierto que la etiqueta de intocable para él y para Kroos podría desvanecerse la próxima temporada, Modric encarna mejor que nadie el lema “hasta el final, vamos Real” y la idea de nunca rendirse.
Es importante destacar que a nivel deportivo no ha disminuido en absoluto su rendimiento. A sus 37 años, Modric sigue demostrando que la edad es solo un número, ya que fue uno de los mejores del equipo en partidos clave y escenarios importantes como Anfield, el Camp Nou o Stamford Bridge.
Con esta renovación, Luka extiende no solo su competitividad y sus posibilidades de seguir cosechando títulos con el Real Madrid, sino que también se asegura llegar en óptimas condiciones a la Eurocopa 2024, donde tendrá una nueva oportunidad de regalarle un título a Croacia, país al que ya le ha entregado tres medallas: dos de plata y una de bronce.
Además, es importante destacar que Luka Modric es una persona muy familiar y tanto él como su esposa e hijos son felices en Madrid, sabiendo que es el mejor lugar posible para continuar creciendo.