Manchester o Liverpool. No había otro posible campeón de la Premier League que disputaba este domingo su última fecha en simultánea con los ojos puestos en Anfield y Etihad, aunque otros clubes también se jugaban su clasificación a puestos europeos.
Luis Díaz, el colombiano sensación por estos días en Europa, recibió la confianza de Jurgen Klopp para ser titular frente a un Wolverhampton que, con nada por ganar, quería dañarle el caminado a los reds.
Para poder salir campeón, Liverpool necesitaba un ‘pinchazo’ del Manchester City ante el Aston Villa y, además, salir victorioso de su partido en condición de local. Desafortunadamente, las cosas no empezaron de la mejor manera, pues apenas en el arranque ya se encontraban debajo del marcador con el tanto de Pedro Neto empujándola debajo del arco sobre los tres minutos.
Ese tanto fue celebrado a rabiar en las tribunas del Etihad Stadium, que empezaban a saborear la sensación de un segundo título liguero de manera consecutiva. La cara de los citizens cambió cuando Sadio Mané empató (1-1) en Anfield al 24 y ellos vieron la anotación del Aston Villa que transitoriamente dejaba todo igualado a 90 puntos en la punta de la tabla de posiciones.
Ambos partidos se fueron al descanso sin victoria de los dos candidatos al título (Liverpool 1-1 Aston Villa; Manchester City 0-1 Aston Villa), lo que dejaba un panorama totalmente abierto para la parte complementaria que también inició de manera simultánea.
A los 50, Mané hizo estallar el grito de gol entre los aficionados del Liverpool, sin embargo, se encontraba adelantado y eso impidió que el tan anhelado tanto subiera al marcador. Mientras tanto, en Manchester los ciudadanos inclinaban la cancha al arco de un Aston Villa pegado de los palos para evitar la paridad.
La impaciencia de Guardiola y los hinchas del City se hizo más evidente con el paso de los minutos, aún cuando su rival por el campeonato no lograba marcar a falta de media hora de juego. En ese punto era solo un gol, es decir, la victoria de Liverpool, lo que los separaba y dejaba el trofeo en manos del conjunto celeste.
La pizca de sufrimiento para los dirigidos por Pep Guardiola llegó al minuto 69, cuando una escapada de los Villanos terminó en los pies de Philippe Coutinho, exjugador del Liverpool, que definió al primer palo y marcó el 2-0 que silenció las tribunas del Etihad Stadium. Los de Klopp ahora necesitaban ese gol con aún más urgencia, pues las posibilidades de gritar campeón una vez más esta temporada eran más grandes que nunca.
Rebeldía citizen
Justo en el momento más crítico de la tarde. Ilkay Gündogan, que probablemente cambie de equipo para la próxima temporada, inició la remontada de los ciudadanos emulando justamente lo que les pasó en la semifinal de Champions League ante el Real Madrid.
El alemán anotó de cabeza al 76, luego Rodri empató (2-2) con un remate de media distancia al 78 y Gündogan repitió tres minutos más tarde para levantar a los aficionados de los asientos, marcar el 3-2 definitivo y empezar la celebración del título para el que tuvieron que esperar hasta los últimos 15 minutos de la temporada.
Liverpool logró inclinar la balanza a su favor con los goles de Salah y Robertson (84′ y 89′), pero necesitaban un gol más del Aston Villa que finalmente no llegó. Manchester City quedó primero con 93 puntos y los reds sellaron una campaña de ensueño con 92.
Para los Sky Blues es el octavo título local de su historia, el quinto desde la inversión de medio oriente que les cambió la historia al principio de la década pasada. Bajo mando de Guardiola, esta es la cuarta vez que terminan primeros en Inglaterra.