SEMANA.: ¿Cómo fue debutar a los 14 años?
Mauricio Alarcón, exjugador de Santa Fe (M.A.): En esa época, todo empezó por el tema de la norma sub 18. Una regla que señalaba que tenía que jugar un menor de 18 años, sí o sí. “El Bolillo” (Hernán Darío Gómez, quien era en ese momento el director técnico), no estaba de acuerdo con eso y decide alinear un jugador menor de esa edad, que pisara el campo y se retirara. Ya sabemos como es Bolillo, y me tocó a mí.
SEMANA.: ¿Qué le dijo antes de entrar, Hernán Darío ‘Bolillo’ Gómez?
M.A.: Todo se dio muy rápido cuando yo estaba en divisiones menores con Basílico (Germán «Basílico» González). Fue el que me vio, me llevó. Se dio todo en dos días, me llevaron a la profesional, me presentó con el profe, muy amable. Me habló en la concentración, me dijo lo que pasaría. En medio de mi edad, ya tenía conciencia del tema. Me pusieron en la habitación con uno de los veteranos que era Maximiliano Flotta que también me habló, que tratara de estar tranquilo, que lo disfrutara e hiciera lo que sabía. Cuando salí del partido, Bolillo me dijo que estuvo muy bien y que lo tomara con calma.
SEMANA.: Cuando llegó la hora de jugar, ¿qué sintió?
M.A.: Con 14 años uno no se imagina que le llegue a pasar una cosa de estas. Estaba en el colegio como en octavo o noveno. No dimensionaba lo que estaba pasando, estaba cumpliendo un sueño. Ya en esa época uno es consciente de lo que quiere en el fútbol. Salir a la cancha y ver la gente que te grita, con 14 años no lo crees. Se me pone la piel de gallina. Fue un momento emotivo y lindo. Todos mis compañeros tenían bagaje importante, por ejemplo el arquero Agustín Julio o el defensa Francisco Nájera. De volantes Maxi, el que entró por mí que fue Mario González, y Ómar Pérez.
SEMANA. ¿Qué alcanzó a demostrar en 1 minuto y 38 segundos?
M.A.: Tocarla con la cabeza. Me dio el pase Flotta por el aire y yo se la bajé a Jairo Suárez.
SEMANA.: ¿Se sintió usado?
M.A.: No. Tú con 14 años así sea 10 segundos los que te pongan a jugar, tengas los años que tengas, si es por jugar fútbol vas a entrar feliz y contento de hacer lo que te gusta.
SEMANA.: ¿Cuándo salió al banco, le dieron las gracias o le dijeron algo DT y compañeros?
M.A.: Cuando se hace el cambio por Mario González, me felicitan, que bonita la experiencia. Yo les doy las gracias. Es algo que te queda para toda la vida y que vas a recordar con mucho cariño.
SEMANA.: ¿Y los compañeros del colegio?
M.A.: Fue una sorpresa enorme para todos. Cuando llegué al salón, tenían pancartas con fotos y todo. Fue increíble y hermoso de verdad. El colegio era grandote.
SEMANA.: ¿Por qué no siguió jugando?
M.A.: Es un poco complejo hablar de estos temas administrativos, no fue por algo deportivo. A mí me pone a jugar Gustavo Costas, ningún directivo, ni nada por el estilo. Entonces cuando se va Costas para México, llega el profe Gerardo Pelusso y quedo a la deriva. No tenía empresario o un directivo que me llevara a otro club. Fue un tema muy difícil en ese momento.
SEMANA. En el fútbol se ve mucha rosca, ¿eso le pasó?
M.A.: Más o menos eso pasó. No tuve la persona indicada, luego falleció mi madre que estaba pendiente de mí, moviéndome, haciendo todo, no tenía la experiencia de saber cómo se movía todo en el fútbol. Me quedé sin apoyo y sin esa voz que te ayuda y alienta a seguir.
SEMANA. ¿Se frustró?
M.A.: Muy triste saber que hay muchachos que tienen muchísimas capacidades y no están jugando. Pienso que más que daño a los jugadores, es daño al deporte, al fútbol. Frustración, no solo por mí. Son muchos jugadores que son demasiado buenos y se merecían estar allá.
SEMANA.: ¿Usted hubiera trascendido en el fútbol?
M.A.: De hecho, cuando pasó lo del debut, estuve en las Selecciones Colombia sub 15, 17 y 20. Estoy completamente seguro que si hubiera seguido, hubiera hecho algo más importante. Yo jugaba de volante medio, me consideraba con condiciones en la parte técnica. Mi altura, servía mucho y me movía bien en el campo. Tenía una buena visión periférica.
SEMANA.: ¿A qué club quería llegar?
M.A.: En ese momento que yo debuté estuvimos hablando con el PSV Eindhoven porque vino un agente de Holanda a Santa Fe y me querían llevar, pero en esa época Farfán no me dejó ir.
SEMANA.: ¿Odia el fútbol?
M.A.: No odio el Fútbol. De hecho, todavía juego. Pero uno sí queda con la espina de la parte administrativa. Se pregunta uno, ¿por qué? Que tal vez hubiera sido diferente si no existieran ciertos manejos.
SEMANA.: ¿A qué se dedica hoy?
M.A.: Siempre me ha interesado el tema de la inversión inmobiliaria, estoy haciendo el tema de construcción de apartamentos. Estudio gestión deportiva en la Universidad Sergio Arboleda. Juego el torneo de ´la, trinche´ con buen nivel y entrenando. Dios te pone personas en la vida muy importantes.
SEMANA.: Después de lo vivido. ¿Qué le diría a los jóvenes futbolistas de hoy?
M.A.: Todo esto me recuerda una época muy linda de jugador. Es bonito dejarle el mensaje a niños y jóvenes que a pesar de las circunstancias que se puedan presentar en el camino de sus sueños, lo den todo y si no se da, así Dios lo quiso. Esto es de disciplina. Con la fe intacta de que vendrán cosas mejores.