La llegada de Lionel Messi al París Saint-Germain revolucionó el mundo deportivo, tras una emotiva despedida del astro del equipo que construyó toda su carrera, el Barcelona.

Pero hay una persona que está detrás de toda la mecánica económica y empresarial del equipo francés: Nasser Al-Khelaifi, el presidente del club. Tras su llegada en 2011, este equipo pasó a tener renombre en toda Europa y a fichar a jugadores importantes para la liga francesa, convirtiéndose además en uno de los principales candidatos cada año a ganar la UEFA Champions League.

Al-Khelaifi poco tenía que ver con el fútbol hasta el año 2005. Previo a esto dedicó parte de su vida a ser jugador profesional de tenis, una disciplina en la que sumó más derrotas que triunfos, a pesar de representar por varios años a su país, Catar, en la Copa Davis.

Sus ganancias como profesional en la ATP fueron pocas, pero le bastaron para establecer durante todos esos años un vínculo personal y entrañable con Tamim bin Hamad al Thani, con quien jugó varios tornes de la Davis y quien era en ese entonces el príncipe heredero de Catar. En la actualidad ya es el emir de este Estado.

Fue la familia al Thani la que le dio acceso al jeque a Qatar Investment Authority (QIA), una empresa que gestiona las ganancias petroleras del Estado. Y fue junto a esta empresa que Al-Khelaifi fundó Qatar Sports Investments en 2005, que tenía como propósito invertir en proyectos deportivos alrededor del mundo.

Al ser la cara visible de esta empresa y con la confianza de la familia de al Thani, la real dueña del PSG, Al-Khelaifi se convirtió en el presidente del equipo en 2011, pues QIA adquirió el 70 % de las acciones del club y un año después se hizo al 100 %.

Desde entonces este grupo empresarial se ha encargado de inyectar grandes cantidades de capital al equipo parisino, que con el trabajo deportivo y al ocupar las principales plazas de la liga francesa, así como disputar los principales torneos de Europa, ha logrado hacer desfilar a grandes personalidades del fútbol como Zlatan Ibrahimović, Edinson Cavani, David Beckham, Neymar, David Luiz, Kylian Mbappé, Ángel Di María, Gianluigi Buffon, Keylor Navas, Dani Alves y Lucas Moura, entre otras figuras del deporte.

Sin duda, una de las principales transacciones en las que se encaminó Al-Khelaifi fue la contratación de Neymar, por quien pagó 222 millones de euros en 2017.

Desde su llegada a la presidencia del club y con las figuras que ha podido contar durante una década, el jeque catarí ha logrado siete Ligue 1, seis Copas de Francia, seis Copas de La Liga y ocho Supercopas de Francia.

Sin embargo, estos mismos niveles de contratación y la llegada de altos capitales cada año han puesto a Al-Khelaifi en el ojo de las autoridades europeas y de la FIFA, siendo investigado por posiblemente irrumpir los reglamentos de fair play financiero y exponiendo al equipo de París a ser candidato a descalificación de varios torneos, aunque aún no se han podido comprobar del todo estas acciones y sobre el catarí aún no figuran cargos ni altas sanciones.

El PSG puso sobre la mesa una cifra de 40 millones de euros anuales para llegar a un acuerdo con el 10 argentino. Además, se conoció que el contrato será por tres temporadas y, una vez finalice, cuando Messi tenga 37 años, podrá extender el contrato por una temporada más.

Además, se llegó a un feliz término sobre los temas de derechos de imagen, bonificaciones y prima de fichaje. Este último punto, significaría otros 30 millones de euros para Lionel Messi, quien parece estar muy contento con su decisión tras su arribo a París.