El fútbol argentino se encuentra de luto tras el fallecimiento de un hincha de Gimnasia a raíz de los disturbios que se presentaron a las afueras del Estadio del Bosque, justo a la hora programada para el pitazo inicial. Al minuto nueve de juego, los gases lacrimógenos llegaron hasta el campo de juego y esto provocó que el juez central suspendiera la celebración de un partido crucial en la carrera por el título liguero.

Las autoridades del hospital San Martín de La Plata confirmaron el fallecimiento de César Regueiro, de 57 años, a causa de un paro cardiorespiratorio mientras era trasladado desde el estadio de Gimnasia al centro asistencial.

Aunque la hinchada fue la gran afectada por la presunta represión policial, los jugadores del cuadro local también pasaron momentos de nerviosismo al tener a sus familias en las tribunas del escenario deportivo. Guillermo Enrique, defensor del ‘Lobo’, relató lo sucedido después de la detención del encuentro. “Esto es una locura”, calificó.

“Todo se estaba desarrollando con total normalidad. Primero vimos que salieron ellos despedidos del banco de suplentes por el gas pimienta. No entendíamos nada, hasta que después nos llegó a nosotros con todo y la desesperación fue total”, comenta Enrique.

Varios futbolistas intentaron buscar refugio al interior del túnel, sin embargo, otros estaban preocupados por conocer el paradero de sus seres queridos. “Tengo un nene de dos años y seis meses y no podía respirar. Cuando entré al vestuario me quebré”, dijo el zaguero central de 22 años.

“Imagino a la gente, que también la pasó muy mal. Nosotros nos quedamos sin agua, porque intentamos darle a la gente. Empezamos a cargar algunas botellitas para poder ayudar”, misma acción que, a modo de solidaridad, aplicaron los futbolistas de Boca.

Más relatos desde la cancha

Al interior del vestuario la situación caótica no cambió, pues familiares de jugadores tuvieron que ser atendidos por el cuerpo médico de Gimnasia. “Mi mamá estuvo a punto de desmayarse en el campo de juego. Erik (Ramírez) se acercó y la salvó a mi vieja. No sé qué pasará con el partido”, manifestó el delantero Nicolás Contín.

Franco Soldano, exjugador de Boca y ahora en Gimnasia, también habló de lo sucedido después de la suspensión del partido que está sujeto a la decisión de la AFA. “Fueron los 45 minutos más largos de mi vida hasta que encontré a mi familia. Me trepé a la platea, salí a la cancha. No sé qué más hice hasta que encontré a mis seres queridos y fue un alivio. Mi papá es médico y atendió a gente en la platea”, aseguró el atacante.

Las primeras hipótesis al respecto de lo que ocasionó los disturbios señalaban a Gimnasia por haber sobrevendido las entradas, sin embargo, su presidente salió a aclarar la posición del club tras los hechos. “Nosotros lo que tenemos para mostrar es que el estadio está habilitado para recibir tantas personas, que teníamos una posibilidad de vender entradas y que lo hicimos: podíamos vender 3.500 y finalmente terminamos vendiendo 3.254″, explicó.

“Es mentira que sobrevendimos entradas. Sobraron casi 1.500 entradas de la venta de generales. La responsabilidad es de la seguridad”, completó con una dura ‘pulla’ a los uniformados que fueron captados en cámara disparando balas de goma a los aficionados. “Lo que la gente hace afuera del estadio nosotros no lo sabemos. Fue la policía determinó que se cerraran las puertas. Había gente con entradas en la mano que no la dejaban entrar no sé por qué, si había lugares vacíos adentro”, agregó Gabriel Pellegrino.

Ahora solo resta esperar la decisión de la organización y la sanción que podría caerle al estadio para el remate de la temporada en la que Gimnasia marcha sexto y es uno de los candidatos a pelear por el primer título en su historia.