“Lo tienen que recordar como el gran piloto. Es uno de los mejores de la historia”, dijo Juan Pablo Montoya sobre Michael Schumacher.

Lejos de las contiendas, como la del Gran Premio de Brasil, de Austria en 2001 o San Marino en 2004, que protagonizaron el piloto colombiano y el alemán, una de las grandes rivalidades de la Fórmula 1, Montoya recuerda a Schumacher a diez años del accidente en los Alpes franceses, en la estación invernal de Méribel.

“Michael para mí era el rival más grande, el campeón mundial. Al que todo el mundo le quería ganar. En ese momento Ferrari era el mejor equipo”, dice el bogotano, que ganó siete carreras y obtuvo 13 pole positions.

Schumacher se hizo leyenda en el deporte del automovilismo ganando en siete oportunidades el campeonato mundial de la Fórmula 1; además, subió al podio 155 veces. Sin embargo, Montoya le demostró respeto mirándolo a los ojos, supo que no temerle era la única forma de poder vencerlo.

Michael Schumacher, en el Circuito de Barcelona-Cataluña, el 2 de junio de 1996. (Foto de Paul-Henri Cahier/Getty Images) | Foto: Paul-Henri Cahier

“Lo que hizo fue espectacular, pero para mí era un rival. Mi meta era ganarle todas las semanas”. El teutón era esposo y papá; cuando se bajaba de su monoplaza, compartir con su familia era fundamental sin importar su calendario deportivo. Pero siempre fue un hombre extremo. Se quitaba el casco de competencia y se enfundaba el de motociclista. Se enamoró de las Harley-Davidson, amaba el paracaidismo y también esquiar.

Antes y después de un fin de semana de competencia, jugaba fútbol, cenaba con sus compañeros y salía a tomar algo con sus colegas. Fue en una de esas veladas en la que Juan Pablo Montoya lo conoció en un ámbito diferente a las pistas.

“Lo más cercano que estuve de él fue antes de firmar con McLaren y Norbert Haug, de Mercedes-Benz, porque nos invitó a una fiesta después de una carrera. Fue media parranda y Michael estaba haciendo caipiriñas y nos divertimos mucho”, indica Montoya.

Michael Schumacher en conferencia de prensa antes del Gran Premio de Europa de Fórmula Uno el 26 de mayo de 2005 en Nurburg, Alemania. (Photo by Andreas Rentz/Getty Images) | Foto: Getty Images/Andreas Rentz

El 29 de diciembre de 2013, el mundo se paralizó con la noticia de su grave accidente. Michael disfrutaba de las vacaciones navideñas esquiando con su familia en los Alpes franceses y se golpeó la cabeza con tanta fuerza que fue inducido al coma por las fuertes lesiones cerebrales.

“Estaba en Colombia cuando me enteré de esa dura noticia. De ahí no supe más de Michael. Lo han guardado mucho, la familia ha sido muy callada sobre el tema y por respeto no pregunto. Fueron muy conservadores y la privacidad para ellos es muy importante. Inclusive, Mick (hijo de Michael) es medio amigo de Sebas (hijo de Juan Pablo), y de ese tema no se habla”.

Ese hermetismo al que se refiere Montoya es el que mantiene en vilo al mundo. Felix Damm, abogado de prensa de la familia desde hace 15 años, hace un mes se pronunció y explicó por qué nunca hubo un anuncio sobre la salud del alemán.

“Despertó del coma seis meses después del accidente, ya en 2014, y su estado no invita a la familia a publicar una foto ni a hablar de su salud de forma clara. Su casa es un hospital, con numeroso personal que le cuida, para lo que la familia ha vendido parte de su patrimonio personal”, dijo al diario Marca.

Mónaco, Francia. 1 de junio de 2003. Juan Pablo Montoya gana el Grand Prix al imponerse a Michael Schumacher de Ferrari (Clive Rose/Getty Images). | Foto: 2003 Getty Images

Recientemente, Netflix lanzó una película del piloto en la que, según relata en su página oficial, hablan de él mediante entrevistas exclusivas e imágenes de archivo.

“Echo de menos a Michael cada día, pero no soy solo yo la que lo echa de menos: los niños, la familia, su padre, todo el mundo que está cerca de él. Michael está aquí, pero de manera diferente y eso nos hace dar fuerza”, narró su esposa, Corinna Schumacher, en el audiovisual.

Aunque Eddie Jordan, fundador y antiguo dueño de Jordan Grand Prix, asegura que Corinna es una “prisionera” por el estado de su esposo, ella encuentra la libertad siendo incondicional con su pareja. “No importa lo que suceda, haré todo lo que pueda”, puntualizó.

Se cumple una década con más especulaciones que certezas sobre Michael Schumacher, un campeón imborrable, incluso en la mente de aquellos que siempre lo quisieron vencer.