Kylian Mbappé estaba en el entrenamiento del París Saint-Germain este lunes por la mañana, la víspera del duelo del martes, de ida de octavos de final de Liga de Campeones contra el Bayern Múnich, para el que el delantero francés es inicialmente baja, constataron los periodistas presentes en la sesión.
Víctima el 1 de febrero de una lesión en el muslo izquierdo, el número 7 del PSG debía inicialmente ser baja para tres semanas, pero volvió desde el domingo al entrenamiento, dejando esperar una participación en el choque del martes contra el Bayern, al menos estando en el banquillo de suplentes.
Al inicio de la sesión abierta a los medios de comunicación, Mbappé participó en un rondo con Lionel Messi, Neymar, Sergio Ramos, Gianluigi Donnarumma, Marco Verratti, Achraf Hakimi y Marquinhos. El astro argentino también estaba en duda por molestias musculares, sin embargo, no aparece descartado para verse las caras con el conjunto alemán.
Interrogado sobre la posibilidad de ver a Mbappé volver antes de lo previsto, el entrenador Christophe Galtier se mostró pesimista el sábado: “No lo creo. Sigue su protocolo de puesta a punto. Fue víctima de una lesión muscular. Tomaremos cero, cero, cero riesgos con Kylian”.
El PSG, bajo presión
El estado de gracia se ha acabado para Galtier. El golpe recibido ante Mónaco el sábado (derrota por 3-1) ha puesto al entrenador del París Saint-Germain en el punto de mira y ha debilitado su figura justo antes de recibir el martes al Bayern Múnich.
El verano de 2022 ya queda lejos para el exentrenador del Lille. Llegado a la capital de la mano del ‘consejero de fútbol’ Luis Campos, Galtier estaba llamado a llevar un cambio de método, incluso una ‘revolución’ en la gestión de un plantel lleno de estrellas, un aspecto en el que varios de sus predecesores fracasaron.
Gestión suave de las estrellas, incorporación progresiva de los jóvenes, entendimiento perfecto con Campos y resultados satisfactorios: sus primeras semanas se sucedieron sin fallo alguno, pese al escepticismo existente al comienzo de su etapa por la falta de experiencia en la gestión de vestuarios con talento y ego en cantidades casi ilimitadas.
Incluso llegó a salir airoso del error de comunicación que cometió antes de un partido de Champions contra la Juventus, en septiembre pasado, cuando ironizó con la posibilidad de viajar “en carro de vela” cuando se le preguntó por el impacto medioambiental de los continuos viajes en avión de su equipo.
Pero el escenario idílico no resistió a la acumulación de partidos y el juego parisino comenzó rápidamente a decaer para acabar implosionando después de reanudarse la competición tras el parón por el Mundial de Qatar 2022. La incapacidad de batir al Benfica, que no forma parte del grupo de los gigantes del fútbol continental, en la fase de grupos de la Champions, ya fue un primer aviso y le relegó al segundo puesto de su llave, lo que acarreó un sorteo difícil, con el Bayern como premio en octavos y el duelo de vuelta en Alemania.
A medida que se ha ido acercando la cita continental, las numerosas debilidades individuales y la desaparición de toda coherencia colectiva han llevado a Galtier (56 años) a una situación en la que parece perdido y sin capacidad para solucionarla.
“Si no estuviera preocupado, sería grave”, reconoció el sábado tras conceder en Mónaco la cuarta derrota en apenas mes y medio, tres en Ligue 1 y otra en copa, la que le valió la eliminación en octavos contra el Marsella, su clásico rival. “Tenemos un calendario muy cargado y un plantel muy tocado y debilitado (por las lesiones) que nos preocupa. Entiendo la cólera de los aficionados, es legítima, pero en estos momentos de dificultad, hay que estar unidos”, reclamó.
Es cierto que las circunstancias no ayudan tampoco a Galtier, que ha visto cómo sus grandes estrellas han regresado del Mundial agotadas tanto física como mentalmente y con la enfermería que no llega a vaciarse.
En Mónaco, por ejemplo, el técnico no pudo contar con tres de sus jugadores clave (Kylian Mbappé, Lionel Messi y Marco Verratti), pero las carencias mostradas por el equipo hacen inválidas las excusas.
Con información de la AFP.