La ilusión de una buena participación por parte de los equipos colombianos en el certamen internacional más importante de América del Sur, empieza a diluirse. En la noche de este martes (1.° de marzo), el primer golpe para ese anhelo del fútbol nacional se vio estropeado, producto de la jerarquía que impuso Fluminense para vencer de manera tranquila a Millonarios en el estadio Club de Regatas, habitual casa de Vasco da Gama, pero que en esta oportunidad le sirvió como casa al equipo de Río de Janeiro.
Un compromiso que, en la previa tenía un resultado de 2-1 a favor de los brasileños, los cuales habían impuesto sus condiciones siete días antes en Bogotá y con anotaciones de David Braz y Germán Cano, habían logrado sacar una corta pero certera ventaja para asegurar su tiquete a la siguiente ronda del campeonato de clubes más importante de Sudamérica.
Con la tranquilidad de la tarea realizada de manera anticipada, Flu se dedicó en la primera parte del segundo duelo de la llave a dominar desde la posesión del balón, las acciones del encuentro, sin pasar inconvenientes y, por el contrario, con una velocidad media, crear opciones que tuvieron que ser retenidas por el golero Álvaro Montero, el cual salió figura de Millonarios y evitó en el primer tiempo lo que podría ser un resultado más amplio para los brasileños.
En igualdad finalizó el primer tiempo que en su trámite no tuvo mayores emociones, eso sí, dejando ver una superioridad clara por parte del local, que mantuvo el balón y así anuló el ataque del cuadro bogotano, que solo pudo replegarse ante la ofensiva de su rival, sin la posibilidad de generar acciones ofensivas.
La superioridad de Fluminense hacía pensar que las anotaciones serían cuestión de tiempo. Con el pasar de los minutos, el equipo brasileño iba a encontrar los espacios tras el desgaste físico de su rival y así podría hacerle daño con la velocidad de sus atacantes. Muestra clara de esto fue la acción que sentenció el primer gol del local en el minuto 59 del compromiso, tras una salida desde la zaga de Flu, que dejó ver una triangulación directa del balón hasta el área defendida por Millonarios, donde el cuadro Tricolor se movió de manera rápida para dejar sin respuesta a su rival y con un centro medido, que remató Germán Cano y posteriormente, Willian, le dio a la llave la anotación que casi sentenciaba el trámite final.
Con la decepción de un nuevo tanto en contra, Millonarios intentó reponerse de la situación y acortar distancias lanzando su equipo unos metros más adelante, apelando también al talento de sus atacantes, pero con el peligro inminente de que en una contra los brasileños pudieran cobrar ese planteamiento.
Tal y como si hubiera estado escrito, esa acción en la que el equipo azul hizo un presión más alta y quedó expuesto en la zona posterior se dio. Fue en el minuto 73, unos doce minutos después de la primera anotación cuando el local en Brasil arrancó un ataque desde su portero, el cual prolongó la posesión del balón con su defensa para posteriormente en tres toques, dejando al extremo colombiano, John Arias, recién ingresado al juego perfilado para emprender carrera con rumbo al arco de Montero y con una definición sutil, poner el 2-0 parcial y el 4-1 global.
Ahora, las ilusiones para el FPC quedan depositadas en Atlético Nacional que recibirá este jueves a Olimpia de Paraguay en el partido de vuelta por la segunda fase de la Copa Libertadores. Aunque jugará en el Atanasio Girardot, en casa y con su gente apoyando, tendrá que revertir el 3-1 de su visita a Asunción.
Este compromiso se disputará a partir de las 7:30 p. m. y será transmitido a través del Facebook oficial de la Conmebol. Cabe recordar que en esta edición de la Copa Libertadores no hay gol visitante, por lo que si Nacional gana 2-0, de inmediato irán a la definición desde el punto penal, y así, con cualquier resultado que refleje un empate en el marcador global.