Tocado en los isquiotibiales durante el partido de Liga de Campeones contra el Dinamo de Zagreb el miércoles, el lateral del Chelsea Ben Chilwell anunció el sábado que “no sería posible” regresar para el Mundial de Qatar, en dos semanas.
“Después de mi lesión en los ligamentos cruzados (en noviembre de 2021) luché muy fuerte para asegurar que volvería para la Copa del Mundo. Ese ha sido siempre uno de mis sueños. Lamentablemente, no será posible después de los resultados de mi escáner”, escribió el joven jugador en su cuenta de Twitter.
“Haré todo lo que pueda para volver a jugar con el Chelsea lo antes posible”, añadió. Pocos minutos antes, el club londinense se había mostrado muy pesimista pero no categórico, indicando que “el defensa debería lamentablemente perderse la Copa del Mundo”, en un comunicado.
Chilwell se perdió gran parte de la pasada temporada debido a una lesión en los ligamentos cruzados, regresando para jugar un minuto del último partido de campeonato. A pesar de ello seguía siendo uno de los jugadores con un billete prácticamente garantizado para Qatar, en una zona defensiva de Inglaterra probablemente privada también de su compañero de equipo Reece James.
Kyle Walker, lateral polivalente del Manchester City y su compañero de equipo Kalvin Philipps, también podrían causar baja para el Mundial, situación que ya empieza a preocupar al técnico Gareth Southgate.
Favoritos, pero con dudas
Con la clasificación Fifa media más alta de todos los grupos de Qatar, Inglaterra se presenta como favorita en la llave B pero sin una gran diferencia sobre Gales, Estados Unidos o Irán, que añade un contexto geopolítico a la incertidumbre deportiva.
Sobre el papel, los Three Lions, quinta selección en el ranking Fifa, cuarta clasificada en 2018 y finalista en la última Eurocopa, aspira a la primera posición del grupo. Pero después de una Liga de Naciones catastrófica, los hombres de Gareth Southgate son menos intimidantes, además de haber sufrido lesiones y una bajada de forma concentrada en el frágil sector defensivo.
En ataque sigue siendo irregular y solo el capitán Harry Kane parece incuestionable, llegando a Qatar dos goles por debajo del récord en la selección de Wayne Rooney (53).
Al acecho de los ingleses estarán Estados Unidos (16º en el ranking FIFA), Gales (19º) e Irán (20º), con una lucha que se presenta indecisa.
Los ojos estarán puestos en el equipo iraní, que llega al Mundial en un contexto de inestabilidad política en el país, con protestas multitudinarias provocadas tras la muerte de Mahsa Amini y con voces críticas que han exigido a la Fifa excluir a Irán de la competición.
En lo estrictamente deportivo, la selección dirigida por el portugués Carlos Queiroz, exentrenador del Real Madrid, derrotó a Uruguay en un amistoso en septiembre pero la posible ausencia del atacante estrella Sardar Azmoun por lesión en la pantorrilla, reduce sus posibilidades. El partido contra Estados Unidos será una reedición del disputado en 1998 en Francia, con victoria para el Team Melli por 2-1.
Los estadounidenses, ausentes en Rusia hace cuatro años, llegan a esta cita con un equipo lleno de jugadores de los mejores clubes europeos, como Sergiño Dest (Milan), Weston McKennie (Juventus de Turín), Gyo Reyna (Borussia Dortmund) o Christian Pulisic (Chelsea).
Completa la llave Gales, que disputará el segundo Mundial de su historia después de haber roto en pedazos el sueño ucraniano en la repesca (1-0). Las oportunidades de los Dragones estarán vinculadas al estado de forma de Gareth Bale y Aaron Ramsey, de 33 y 31 años respectivamente.
Si los galeses logran mantenerse con opciones hasta la última jornada, el derbi británico contra Inglaterra del 29 de noviembre ofrecerá un digno final a este entretenido grupo.
*Con información de la AFP.