No anota goles, pero se regocija con derrotas ajenas para treparse en las eliminatorias sudamericanas. Pese a tener un juego desabrido, Colombia saltó a uno de los cupos directos a Catar 2022, gracias al resultado en la Arena Amazonía de Manaos.
Fueron tres empates a cero ante Uruguay, Brasil y Ecuador, y un grito de gol atragantado por el VAR. Ante Ecuador en casa, Colombia no pudo hacer valer la hazaña de haber frenado antes a Seleçao (0-0) ni capitalizar el punto en Montevideo conseguido en el primero partido de la triple fecha de la eliminatoria.
“Definitivamente no es un balance positivo, no era lo que queríamos, teníamos pensado mínimo cinco puntos de nueve posibles”, admitió el volante Gustavo Cuellar tras el partido. “Podíamos haber sacado por lo menos tres puntos de locales. Contra Brasil o contra Ecuador había que ganar”, agregó el mediocampista del Al-Hilal.
Una carambola empujó a los cafeteros parcialmente a Catar. Los de Reinaldo Rueda llegaron a la triple fecha en la quinta casilla, que otorga la opción de la repesca, y sin ganar saltaron a los puestos de clasificación directa al Mundial. Uruguay, que los aventajaba por un punto, perdió goleado 4-1 en Brasil y les cedió el cuarto puesto, mientras Paraguay, su perseguidor antes del inicio de la jornada, encajó una goleada ante Bolivia (4-0) y el amenazante Perú cayó ante Argentina 1-0 fallando un penal.
Colombia empieza a padecer del síndrome de la ‘empatitis’. No le marcan, pero tampoco derriba el arco rival y tantas igualdades inquietan en los cálculos para viajar a Catar. El director técnico no peca de conservador en las alineaciones, pero el mediocampo y los delanteros lucen desconectados. El equipo extraña quién alimente a Falcao García o Duván Zapata, goleadores de raza en Europa, abriendo la puerta para que la afición reclame el regreso de James Rodríguez, en el olvido por sus constantes lesiones.
“En Colombia necesitamos generar fútbol en todas las líneas (...) será un trabajo que Reinaldo tendrá que hacer”, analizó el entrenador Jorge Luis Pinto en Caracol Radio. Las pocas opciones de gol llegan más a los empujones que mediante jugadas colectivas. Falta “un poco más de fútbol, un poco más de creación y un poco más de manejo”, agregó el exseleccionador de Colombia (2006-2008).
“Mientras que el equipo no controle y tenga posesión de pelota va a ser complicado que esos jugadores luzcan”, juzgó Pinto. En el segundo ciclo como entrenador de su país, Rueda ya jugó contra los nueve rivales de Sudamérica en las clasificatorias y la Copa América. Solo le ganó a Perú por duplicado, a una Chile diezmada en la eliminatoria y a Ecuador por la mínima en la cita continental celebrada en Brasil a mediados de año.
Desde 2008, Colombia no acumulaba tres partidos consecutivos sin anotar. “Se nos olvidó el ADN de la selección Colombia (...) [Es] muy difícil que nosotros juguemos bien a la pelota”, criticó el exinternacional Hamilton Ricard también luego del resultado en Barranquilla.
El 0-0 ante Ecuador en casa engrosa la angustia de haber empatado ante Bolivia en La Paz y Paraguay en Asunción teniendo en cuenta que esas fueron tres victorias aseguradas en los caminos a Brasil 2014 y Rusia 2018. “(Sabemos) que aún estamos en deuda en puntos”, añadió Cuellar.
Son triunfos que se extrañan en la calculadora y una cruz que Rueda deberá cargar en el empinado camino de la eliminatoria, con los duelos ante Brasil a domicilio y Paraguay en Barranquilla a la vista. Suponiendo derrotas lógicas ante la canarinha y Argentina como visitante, su equipo deberá ganar todo lo que le resta de local ante paraguayos, peruanos y bolivianos.
Lo más complicado es que el otrora fortín caluroso del estadio Metropolitano ya sofoca a forasteros y locales por igual. Rueda dejó entrever la intención de cambiar el horario de los juegos para disfrutar de un ambiente más benévolo. Para la próxima fecha de noviembre “se le va a pasar a la Conmebol la solicitud (...) Nuestros jugadores ya empiezan a vivir un clima en Europa de más frío”, soltó esta semana.
Con información de la AFP