Santos FC, uno de los equipos más históricos del continente, perdió la categoría este miércoles luego de caer en condición de local frente a Fortaleza en Vila Belmiro (2-1).
Al Peixe, como lo llaman popularmente, le bastaba con el empate, siempre y cuando Bahía o Vasco da Gama, sus rivales directos por la permanencia, no sumaran de a tres en la fecha 38 del Brasileirao.
Fortaleza comenzó ganando el compromiso con un contragolpe bien definido por Marinho, exjugador de Santos, sin embargo, los locales respondieron en el segundo tiempo e igualaron el marcador gracias a un tanto de Messias.
Al tiempo que eso sucedía, Vasco y Bahía ganaban sus partidos, lo que obligaba a Santos a buscar un gol más. En ese desespero por evitar el descenso, se entregaron espacios atrás y, sobre el tiempo de reposición, una salida en falso en defensa acabó con el gol de Juan Martín Lucero, quien le bajó el martillo al partido con el 2-1 definitivo.
Apenas entró el gol de la derrota, se empezaron a escuchar estruendos al interior del estadio, lo que provocó la finalización del partido antes de cumplir los siete minutos añadidos por el árbitro.
Jugadores, cuerpos técnicos y demás personal se dirigieron al interior de los vestuarios, previniendo la noche de ‘terror’ que estaba por venir al haber presenciado el descenso de uno de los equipos que nunca había perdido la categoría en Brasil.
La noticia causó impacto mundial al recordar los años que Pelé le dedicó a convertir a Santos en un referente del fútbol de su país, de donde brotaron otras estrellas de talla mundial como Rodrygo, hoy delantero del Real Madrid, y Neymar, que no pasó por alto la derrota de los suyos.
Durante el partido, el astro del Al-Hilal había subido una foto frente al televisor acompañado de la camiseta del Peixe, esperando con fe que la tragedia pudiera ser evitada con una victoria en Vila Belmiro, ese mismo estadio que lo vio erigirse como estrella hasta dar el salto a Europa con una Copa Libertadores en su bolsillo.
Tras el partido, Neymar guardó silencio por lo sucedido y solo se remitió a subir una historia del escudo junto a estas frases: “Santos, siempre Santos” y “volveremos a sonreír”.
Triste despedida
Ocho veces campeón brasileño, tricampeón de la Copa Libertadores y bicampeón de la desaparecida Copa Intercontinental, Santos tuvo un comienzo de año atropellado que ya permitía tener malos presagios, sumado a la reciente partida de Pelé, que había dejado un vacío doloroso en el corazón de los hinchas.
El equipo fundado en la ciudad portuaria de Santos en 1912 fue eliminado en la fase de grupos del torneo estatal de Sao Paulo (Campeonato Paulista) en marzo, en octavos de final de la Copa do Brasil en mayo y en la fase de grupos de la Copa Sudamericana en junio, quedando sin mayores retos para el fin de año.
Por momentos, el Peixe pudo reaccionar y escapar del ‘infierno’, sin embargo, antes del duelo contra Fortaleza encadenó cuatro partidos consecutivos sin ganar, que los llevaron a padecer hasta la última jornada.
Santos llegó fuera de la zona roja, pero con posibilidades matemáticas de descender si Vasco y Bahía ganaban cada uno su respectivo partido. La noche empezó con un gran recibimiento de la hinchada, que poco a poco se fue convirtiendo en decepción e impaciencia al ver los resultados que se estaban dando en las otras canchas.
El segundo gol de Fortaleza fue una puñalada de la que el hincha no se pudo recuperar, ni siquiera teniendo el recuerdo de figuras como Pelé y Neymar, de las que se aferrarán en 2024 con el objetivo de regresar a la máxima categoría.