Herida por las fugas, Cuba aspira a insertarse en el top 20 del medallero en París-2024, con una de las delegaciones más pequeñas de su historia olímpica, pero con la ilusión puesta en el luchador Mijaín López, que busca la hazaña de ganar su quinto oro consecutivo.
“Vamos por estar entre los 20 primeros países en el medallero” de los juegos olímpicos, dijo en días pasados Óscar Nuevo, alto directivo del Instituto de Deportes (Inder), durante encuentro con periodistas en La Habana.
Una de las mejores cartas de la delegación es la leyenda de lucha grecoromana Mijaín López, una mole de músculo y casi dos metros de estatura de 41 años.
Está “sumamente enfocado para su quinta medalla de oro olímpica, que será histórica”, dijo de su lado el jefe de entrenadores de lucha grecorromana en Cuba, Raúl Trujillo.
De lograr la proeza, Mijaín se convertiría en el único deportista en conseguir cinco oros olímpicos seguidos en la misma modalidad en un deporte individual.
Otros astros de la talla de la yudoka Idalys Ortiz, los boxeadores Julio César La Cruz y Arlen López, y el tirador Leuris Pupo figuran como bujías de la delegación, conformada con 62 deportistas en 16 deportes.
Se trata de la cuarta delegación cubana más reducida desde el triunfo de la revolución en 1959. Cuba fue a Tokio-2020 con 69 atletas en 15 deportes. A pesar de su ausencia en Los Angeles-1984 y Seúl-1988, Cuba suma 235 medallas olímpicas (84-69-82) y ocupa el lugar 16 del medallero histórico, a la vanguardia de América Latina, por delante de Brasil, que tiene (37-42-71).
La potencia olímpica histórica de Latinoamérica cuenta también con una camada de jóvenes en plenitud, como el luchador campeón de Tokio Luis Orta, la canoísta Yarisleidis Cirilo, la triplista Leyanis Pérez y el taekwondista Rafael Alba, todos medallistas olímpicos o mundiales con linaje para subir al podio.
Para llegar a París, estos atletas sortearon la peor crisis económica de su país en tres décadas, con una consecuente ola de fugas en el deporte cubano. Según cifras oficiales, desde 2022 hasta finales del año pasado habían migrado 187 atletas de alto rendimiento.
Se fueron figuras estelares como los boxeadores Andy Cruz, Yoenlis Feliciano Hernández y Robeisy Ramírez, los triplistas Jordan Díaz y Andy Díaz, y la discóbola Yaimé Pérez, algunos representando hoy a otras naciones.
También huyó el piragüista monarca de Tokio Fernando Dayán, que se unió recientemente con otro cubano al Equipo de Refugiados, hecho inédito para la isla caribeña.
Cinco oros
Aun con las bajas de deportistas de élite, Cuba cerró en el top 5 del medallero en los Juegos Panamericanos de Santiago 2023.
Para colocarse entre las 20 primeras potencias olímpicas debe lograr “no menos de cinco medallas de oro”, aseguró José Antonio Miranda, director de Alto Rendimiento de Inder. “Es un gran reto”, apuntó.
Las autoridades deportivas han dicho que Cuba preparó una “ruta crítica” hacia París, con una filosofía selectiva, para darles atención personalizada a 19 atletas que llevarán la mayor responsabilidad del medallero cubano en París.
La delegación cubana, cuya edad promedio es de 27 años, arribará a París con cuatro campeones de Tokio, pero no alcanzó a cumplir su propósito de llevar entre 70 y 80 competidores.
El atletismo y la lucha son las disciplinas que mayor cantidad de deportistas lograron clasificar, mientras que el boxeo, que históricamente presentaba equipo completo y era bautizado como “el Buque insignia” de Cuba, solo clasificó a cinco púgiles.
La nueva locomotora
Desplazando al boxeo, la lucha se ha convertido en el nuevo motor del deporte cubano de la mano de Mijaín, cinco veces campeón mundial, y de los también monarcas mundiales 2023 de Belgrado, Gabriel Rosillo y Luis Orta, este último elegido el mejor luchador greco del mundo el año pasado por la Federación Internacional (UWW).
En París “voy a repetirlo: Es un objetivo que sí se puede lograr”, dijo López, quien no ha competido en los dos últimos años, pero se ha preparado intensamente para pelear por su quinta corona consecutiva.
Con información de AFP