Solo faltan dos días para que la Selección Colombia retome su camino en las eliminatorias sudamericanas con un duelo peligroso en Bolivia.
Aunque la Tricolor llega en una racha positiva, siendo el único país que no ha perdido en el clasificatorio hacia el Mundial de 2026, el duelo contra los bolivianos se jugará en un escenario casi desconocido para muchos de los convocados: el estadio Villa Ingenio de El Alto, a 4.150 metros de altura sobre el nivel del mar.
De por sí ya era difícil acoplarse a los 3.640 metros de altura de La Paz y la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) optó por subir un poco más la exigencia a los rivales, decisión que ha causado polémica al interior de la Conmebol.
Para intentar contrarrestar esas condiciones adversas, la Selección Colombia inició su concentración desde el domingo pasado en Cochabamba con la llegada de Néstor Lorenzo, su cuerpo técnico y Matheus Uribe como primer jugador convocado.
Con el paso de los días se han ido sumando los demás futbolistas, que tendrán la dura tarea de responder a un contexto en el que la falta de oxígeno será el principal rival a vencer, antes de pensar en el planteamiento que dispondrá el combinado local.
Pero no es solo el oxígeno
Lo cierto es que, además de la dificultad para respirar, hay otros factores que inciden a la hora de jugar en la altura de La Paz, Cochabamba o El Alto.
Jhon Arias, figura de la Selección Colombia, contó cómo ha sido su experiencia jugando en suelo boliviano. “Yo que he jugado en la altura, sé que la pelota toma por ahí un vuelo diferente, que es diferente la sensación también con ella en el pie, y para fortuna de nosotros tenemos grandes rematadores de media distancia”, avisó.
El jugador de Fluminense cree que esas diferencias pueden servirle a Colombia para traerse los tres puntos en calidad de visitante. “Más allá de la altura, Bolivia es un rival interesante aquí en su localía. Nosotros también creemos que la altura es un condicionante, mas no es un limitante”, declaró en Gol Caracol.
Teniendo en cuenta las palabras de Arias, la pegada de jugadores como Richard Ríos, James Rodríguez o Juan Fernando Quintero, entre otros, será clave para abrir el marcador y destrabar un partido en el que, posiblemente, la Selección no goce de tantas opciones de gol como es habitual.
La idea es adaptarse al medio y hacer la menor cantidad de esfuerzo posible para dosificar el aire.
Néstor Lorenzo advirtió que ya están trabajando en ese sentido. “No hay una receta mágica ni certera, uno busca variantes que ayuden a apaciguar los efectos de la altura; estamos haciendo todo lo posible desde el área médica y física”, apuntó.
Colombia se aferra al buen momento que atraviesa para contrarrestar a la naturaleza, que será el gran rival a vencer el próximo jueves 10 de octubre. Lorenzo espera contar con la totalidad del grupo en la sesión de la tarde, cuando se espera que lleguen aquellos futbolistas que tuvieron acción el domingo como Jorge Carrascal, Jhon Córdoba y Kevin Castaño en Rusia.
“Sin duda que hay medidas precautorias por posible falta de oxígeno, así como estamos preparando el jueves para eso, en caso de alguna situación especial estar preparados también con los elementos necesarios”, sentenció el DT.