James Rodríguez fue uno de los primeros jugadores de la Selección Colombia que le puso fin a las vacaciones para regresar a trabajos de pretemporada con su club. Dado que en Catar el calendario es diferente a Europa, el Al-Rayyan citó a sus jugadores mucho antes e incluso ya se encuentra en época de partidos amistosos para poner cierre a la preparación camino a la temporada que iniciará en la primera semana de agosto.

Aunque desde mayo se viene hablando del deseo de James por abandonar Catar y regresar al Viejo Continente, los movimientos de su agente Jorge Mendes no han surtido efecto. Más allá de los rumores de un interés desde España y Turquía, ninguno de esos posibles pretendientes se ha traducido en ofertas reales en las oficinas de su club actual.

Por más que el volante cucuteño esté empeñado en salir, debe respetar el contrato hasta 2024, lo que lo pone en aprietos para conseguir algún equipo que acepte hacer una inversión que convenza al Al-Rayyan y rompa el vínculo laboral.

Hasta ahora Botafogo de Brasil fue el único que se animó a tocar la puerta de los cataríes, pero fue el jugador el que se negó a aceptar un eventual regreso al continente del que salió hace casi una década cuando fue contratado por el Porto luego de deslumbrar con Banfield de Argentina.

James Rodríguez, jugador del Al Rayyan | Foto: Simon Holmes/NurPhoto

Ese panorama obligó a James a presentarse en la sede oficial del equipo para los trabajos de pretemporada, decisión que abrió la puerta a pensar en una temporada más en Catar si no llega una propuesta convincente para las partes implicadas. De momento el 10 continúa bajo las órdenes del chileno Nicolas Córdova y eso no va a cambiar a menos que alguien tenga la intención de meterse la mano al bolsillo por una cifra cercana a los cinco millones de euros.

El Al-Rayyan ya le ha dejado claro que no le permitirán salir en condición de libre, ni dejarán que tenga libertad para negociar. Este miércoles se confirmó que James forma parte de la lista de convocados para la gira por Países Bajos.

“El cuerpo técnico del club, dirigido por el chileno Nicolás Córdova, decidió establecer la preparación para la nueva temporada 2022-2023 en la ciudad holandesa de Eindhoven durante el período del 6 al 24 de julio”, informó un comunicado oficial del cuadro rayyaní hace unas semanas.

Tal es el ánimo de los directivos por mantener al colombiano, que lo pusieron como protagonista del póster oficial de la gira por Europa, otro indicio más de su deseo de seguir contando con él para la temporada que trae consigo el arranque de la liga local y la fase eliminatoria de la Champions League asiática.

Mientras continúa su preparación en suelo neerlandés, James deberá implorar que su agente le encuentre equipo. Pues, en caso de regresar a Doha a finales de este mes, quedará muy difícil, o casi imposible, que logre salir para cumplir su deseo de regresar al fútbol europeo.

Hoy la situación del mediocampista está en el limbo, pues, aunque no quiera, pertenece al Al-Rayyan y debe cumplir su contrato obligatoriamente. La cúpula del club catarí le ha puesto todo para que continúe a pesar de sus declaraciones al entender la visibilidad que genera para el club alrededor del mundo, sumado a que recientemente perdieron al argelino Yacine Brahimi, una de sus figuras, que reforzará al Al-Gharafa, rival directo en la tabla de posiciones.

“Los funcionarios del club Al-Rayyan se sorprendieron por el deseo de Brahimi de dejar el club y fichar por otro equipo”, publicó el club en un comunicado en el que le informaba a la afición la salida del capitán.