En una noche de viernes en la que Los Angeles Lakers honraron el recuerdo del ícono Kobe Bryant, LeBron James habló por todos entregando un simple mensaje: "No será olvidado". Como era de esperarse, la ceremonia estuvo marcada por la tristeza y las lágrimas. Los Lakers le rindieron un sentido homenaje al hombre que los llenó de títulos, Kobe Bryant, en su primer juego de la NBA desde que un accidente de helicóptero cobró la vida del legendario basquetbolista, su hija de 13 años Gianna, y otras siete personas, el pasado domingo. En la arena oscura, un foco de luz púrpura teñía las dos camisetas con los números 8 y 24 de Bryant colgando en las vigas del Staples Center.

Y en los dos asientos junto a la cancha que ocuparon Bryant y Gianna en su última visita a la arena, ramos de rosas rojas ocuparon sus lugares. Esto mientras que rosas amarillas esculpieron los números 8 y 24 en arreglos masivos en la cancha.

Mientras Usher cantaba la sentida Amazing Grace, el silencio se apoderó del escenario y la multitud no pudo contener las lágrimas por el emocionante momento. Ben Hong, violonchelista de la Filarmónica de Los Ángeles, tocó su instrumento mientras se proyectó un montaje de video de las entrevistas de Bryant, intercaladas con momentos en la cancha y fotos familiares íntimas que agitaron los sentimientos más profundos de quienes siguieron su carrera por más de 20 años. Después de un momento de silencio simbólico de 24,2 segundos, el conjunto vocal Boyz II Men, de Filadelfia, la ciudad natal de Bryant, hizo llorar a LeBron con su actuación del himno estadounidense, el Star Spangled Banner, bajo una tenue iluminación. Luego fue el turno de LeBron. Con su voz solemne recitó los nombres de los nueve muertos que se llevó el accidente de helicóptero, que cayó en las escarpadas colinas de Calabasas en los suburbios de Los Ángeles: los compañeros de equipo de baloncesto de Gianna Bryant, Alyssa Altobelli y Payton Chester; los padres de Alyssa, John y Keri Altobelli; la madre de Payton, Sarah Chester; la entrenadora de baloncesto Christina Mauser; el piloto Ara Zobayan y, finalmente, Kobe y Gianna Bryant. "Tengo algo escrito", dijo James. "Pero (...) iré directo del corazón", manifestó el principal jugador de la década mientras lanzó un papel al piso.

"Lo primero que me viene a la mente, hombre, es que todo se trata de la familia. Cuando miro alrededor de esta arena, todos estamos afligidos, todos estamos dolidos, todos estamos desconsolados. Cuando pasamos por cosas como esta, lo mejor que podemos hacer es apoyarnos en los hombros de la familia".

LeBron dijo que llegaría el momento de un memorial de Bryant, pero agregó que consideraba esta noche "una celebración" de los 20 años de carrera de Bryant, todos pasados con los Lakers, y de la vida que estaba llevando desde que se retiró en 2016. "Esta es una celebración de los 20 años de la sangre, el sudor, las lágrimas, el cuerpo destrozado, el levantarse, sentarse a todo, las innumerables horas, la determinación de ser lo mejor posible". "Esta noche celebramos al niño que vino aquí a los 18 años, se retiró a los 38 y se convirtió en el mejor padre que hemos visto en los últimos tres años". LeBron continuó: "El hecho de estar aquí, ahora, significa mucho para mí".

"Seguiré con mis compañeros de equipo para continuar con su legado no solo este año, sino siempre que podamos continuar jugando al baloncesto que amamos. Es lo que Kobe Bryant hubiera querido. Entonces, en palabras de Kobe Bryant: ‘Mamba Out‘", concluyó LeBron, recordando las memorables palabras de despedida de Bryant cuando se retiró. Se espera que en los próximos días se realice una masiva ceremonia para darle la despedida al basquetbolista en las calles de Los Ángeles. *Con información de AP.