Los Juegos Olímpicos París 2024, que se llevan a cabo en la tierra de la libertad, captan las miradas de millones de personas en el mundo con una edición distinta y particular. Sin embargo, esta celebración se vio nublada por una inesperada polémica que se desató en el ring de boxeo, precisamente en la categoría femenina, por temas relacionados con el género en el deporte.
La italiana Angela Carini abandonó un combate a los 46 segundos de arranque, luego de que su rival, Imane Khelif, de Argelia, la golpeara muy fuerte y le generara bastante dolor.
La controversia se armó en los medios, a tal punto de cuestionarse el sexo de la boxeadora y los estándares que se manejan en el Comité Olímpico Internacional (COI) para admitir a los participantes dentro de la competencia. Aparecieron versiones y señalamientos, afirmando que la deportista era una mujer trans por resultados de una prueba en el que se halló que tenía un elevado nivel de testosterona.
Ante los comentarios en contra de Imane Khelif, se revivió otro caso de 2023 que la involucraba, y por el que fue descalificada del Mundial de Boxeo por la Asociación Internacional de Boxeo (IBA), dado “que no cumplía los criterios de elegibilidad”. En aquel encuentro luchó contra Brianda Cruz, boxeadora mexicana, que expresó su malestar al enfrentarla por la fuerza propinada en cada golpe.
La verdad detrás de Imane Khelif
Imane Khelif nació en 1999, tiene 25 años y es de una región rural del noroeste de Argelia. Desde muy joven destacó en las disciplinas deportivas por su fuerza y preparación. Su padre estuvo en contra de aquellas mujeres que se dedicaban al boxeo, por lo que su gusto por esta práctica fue lejos de su hogar. Su formación se dio de manera inesperada, trasladándose 10 kilómetros de ida y vuelta para llegar a un gimnasio, donde podía enfocarse en este deporte olímpico.
Con el pasar de los años, Imane Khelif cautivó al equipo nacional de Argelia y fue centro de atención en 2018 por su imagen, viéndose un desarrollo en sus capacidades al momento de pelear con otras atletas. La deportista pisó los Olímpicos en Tokio 2020, ganó su primer combate y cayó en el segundo contra Kellie Harrington, campeona de ese momento.
Sin embargo, la probable pesadilla que atravesó la boxeadora, hasta hoy, estuvo enfocada en las críticas que giraron en torno a su sexo. Portales internacionales pusieron en duda este detalle íntimo y personal de la celebridad, por lo que el Comité Olímpico Internacional aclaró que la participante era una mujer cisgénero y se identificaba como tal.
Lo lamentable de esta situación es que medios argelinos destaparon las complejas situaciones que atravesó Imane Khelif, sufrió bullying por la condición genética que experimentó su cuerpo. El portal Exitoína explicó que este caso “se relacionaba con una diferencia de desarrollo sexual, un trastorno médico que provoca un desarrollo anormal de características sexuales secundarias”.
Al sufrir de hiperandrogenismo, condición endocrina que se presenta en las mujeres y despierta cambios en el organismo, la atleta alcanzó niveles altos de testosterona y su apariencia se vio comprometida. Sin embargo, esto no la convierte en una mujer trans, como se mencionó.
Esta polémica abrió la puerta a un debate, el cual fue frenado directamente por el COI, encargado del boxeo en los Juegos Olímpicos, reafirmó que la exclusión de Khelif no aplica, pues cumple los parámetros establecidos en la categoría femenina.
Otras voces respaldaron a la argelina, defendiendo su derecho a competir en este escalón mundial. Una de las campeonas del mundo, la argentina Alejandra Oliveras, fue clara en que la fuerza no define el género de nadie y todo va en la destreza dentro del cuadrilátero.
Es claro que Imane Khelif seguirá avanzando en la industria deportiva, le apostará a una futura medalla, lejos de prejuicios y estereotipos sociales.