Un hincha muerto por un paro cardiorrespiratorio es el trágico saldo preliminar de los graves incidentes que el jueves -6 de octubre- provocaron la suspensión del duelo entre Gimnasia y Esgrima y Boca Juniors, por la Liga Profesional 2022 del fútbol argentino.
El partido fue suspendido a los 9 minutos del primer tiempo por graves disturbios ocurridos fuera del recinto que afectaron el desarrollo del duelo que se jugaba en el estadio Carmelo Zerillo, en La Plata, unos 50 kilómetros al sur de Buenos Aires. “Confirmo que hay una persona muerta. Esta persona fallece de un paro cardíaco”, dijo Sergio Berni, ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires.
Las autoridades del hospital San Martín de La Plata confirmaron el fallecimiento de César Regueiro, de 57 años, a causa de un paro cardiorespiratorio mientras era trasladado desde el estadio de Gimnasia al centro asistencial. “Es una muerte que se podía haber evitado”, lamentó Berni.
Un camarógrafo del canal deportivo TyC Sports fue herido por balas de goma y decenas de espectadores debieron ser derivados a hospitales por el efecto de los gases, según reportaron medios locales. El duelo fue cancelado hasta nuevo aviso “por falta de garantías”, según anunció el árbitro Hernán Mastrángelo, minutos después de que los jugadores y los cuerpos técnicos se retiraran a los vestuarios.
“La realidad es que nunca tuvimos la integridad física para continuar el partido, nos afectó a todos en el terreno de juego, el aire se hizo irrespirable. La situación se fue de control y no estaban las garantías de seguridad”, agregó el árbitro.
Los incidentes comenzaron por cruces violentos en las afueras del estadio, cuando la policía reprimió con balas de goma y gases lacrimógenos a hinchas que pugnaban por entrar a un estadio ya abarrotado.
El cotejo era el más importante de la fecha 23, a cuatro jornadas del final, con un Gimnasia que de local se jugaba la última ocasión de luchar por el título, mientras que Boca buscaba un triunfo para regresar a la cima del campeonato “Lo que iba a ser una fiesta termina en esto, nos duele a todos lo que pasó, es tremendo y lo lamentamos”, dijo el DT de Boca Juniors, Hugo Ibarra, a periodistas.
“Trago muy amargo”
Con un estadio repleto, los incidentes comenzaron cuando seguía llegando público decidido a ingresar, muchos de ellos con entradas válidas, según autoridades locales.
En el estadio se escucharon detonaciones y el humo de los gases llegó rápidamente al campo de juego. Los futbolistas, el árbitro e integrantes de los cuerpos técnicos, debieron abandonar rápidamente el terreno, al mismo tiempo que hinchas ingresaron al campo en busca de una salida y de aire más fresco, ya que los accesos de la cancha estaban cerradas.
En el fútbol argentino los partidos de la Liga se disputan si público visitante, lo que no impidió que algunos integrantes del plantel de Boca auxiliaran con agua a hinchas rivales. “Lo primero que vi fue a la gente que empezó a salir de la platea y empecé a sentir lo que causa el gas. Pensé en mi familia y me empecé a preocupar. Estoy con bronca por todo lo que pasó”, dijo Nicolás Contín, jugador de Gimnasia, mientras cargaba a su pequeño hijo en brazos horas después de la suspensión del partido aún en los vestuarios.
La Asociación del Fútbol Argentino (AFA) emitió un comunicado en el que repudió “enérgicamente los hechos de público conocimiento acontecidos hoy en las inmediaciones del estadio de Gimnasia y Esgrima La Plata” y expresó “su compromiso de continuar trabajando para erradicar esta clase de episodios que empañan la fiesta del fútbol”.
En tanto, Eduardo Aparicio, titular de la agencia que previene la violencia en los estadios en Argentina lamentó los incidentes. “Es un trago muy amargo, está todo en proceso de investigación, el accionar de la policía. Los incidentes empezaron de afuera hacia adentro, alrededor del estadio había 10 mil personas queriendo entrar, algunos tenían entradas, otros no. Todos vieron cómo estaba la cancha, no cabía ni un alfiler”.
“El partido no se va a jugar (el viernes) de ninguna manera”, agregó. De acuerdo a estadísticas de la ONG Salvemos al Fútbol, los enfrentamientos dentro y fuera de los estadios han producido en Argentina más de 300 muertos desde que se profesionalizó el fútbol en el país sudamericano en los años 1930, aunque dos tercios de las muertes ocurrieron a partir de la década de 1990.
Antes de la violencia desatada en las afueras del estadio en La Plata se habían jugado dos partidos, con la victoria de Argentinos Juniors como visitante por 4-0 sobre Lanús, y de Huracán por 1-0 sobre Talleres de Córdoba.
Con información de la AFP.