Con un rotundo triunfo ante el joven local Ben Shelton, el serbio Novak Djokovic sacó boleto a su décima final del Abierto de Estados Unidos, donde espera al ganador del otro cruce entre el español Carlos Alcaraz y el ruso Daniil Medvedev.
Si Alcaraz bate a Medvedev, en un duelo entre los dos últimos campeones en Nueva York, se reencontrará con Djokovic dos meses después de su memorable victoria ante el serbio en la final de Wimbledon.
Alcaraz y Medvedev “son dos jugadores increíbles”, reconoció Djokovic tras poner pie en la final del domingo. “Espero el partido más duro del torneo para mí, independientemente de quién esté al otro lado de la red”.
El serbio zanjó su cruce por 6-3, 6-2 y 7-6 (7/4) sobre la promesa estadounidense Ben Shelton, de 20 años, a quien le dedicó un gesto al final del partido.
Djokovic brindó una clase magistral al explosivo y descarado jugador de Atlanta en los dos primeros parciales pero se le complicó cerrar el triunfo y en el tercero tuvo que salvar una pelota de set y llegar al ‘tiebreak’.
El astro de Belgrado alargó su relación de amor y odio con la grada de Nueva York, donde los 23.000 aficionados trataron de alentar la misión casi imposible de Shelton, quien comenzó el torneo en el puesto 47 del ranking mundial.
Caminando a la red tras finiquitar el duelo, Djokovic repitió el gesto que hizo Shelton tras su victoria en cuartos ante Frances Tiafoe, llevándose la mano a la cara como si fuera un teléfono y colgando contundentemente la “llamada”.
Campeón en el Abierto de Australia y Roland Garros, el gigante serbio no ha faltado a una sola final de Grand Slam esta temporada, que quiere cerrar agrandando su ventaja en el liderato de trofeos de Grand Slam sobre Rafael Nadal, que cuenta con 22.
“Los Grand Slams son los torneos que más cuentan, más me motivan y puedo jugar mi mejor tenis”, dijo. “Sabía que en cuartos (Taylor Fritz) y semifinales jugaría contra jugadores estadounidenses. Nunca es fácil y tenía que mantener los nervios”.
En Nueva York, el astro de Belgrado ha llegado a un récord de 10 finales, dos más que sus perseguidores (Federer, Sampras, Connors y Lendl), pero por ahora “sólo” ha elevado tres títulos (2011, 2015 y 2018).
En los últimos años el trofeo le fue esquivo producto de descalificaciones, una dura derrota ante Medvedev en la final de 2021 y su ausencia en la pasada edición por su negativa a vacunarse contra el coronavirus.
La segunda semifinal masculina medirá las fuerzas de Alcaraz y Medvedev, los jugadores con más partidos ganados en el año, 58 el español y 54 el ruso.
Medvedev es el gran especialista en pistas rápidas como las de Nueva York, con un récord de 37 victorias este año, pero los pronósticos apuntan al favoritismo de Alcaraz por su superioridad en los últimos duelos personales y la fiabilidad que exhibe en los grandes escenarios.
Este año, el español se impuso en sets corridos a Medvedev tanto en la final de Indian Wells como en semifinales de Wimbledon.
“Contra Carlos tu juego tiene que estar a nivel 11 sobre 10 (...) Tiene todos los golpes de este juego”, describió Medvedev, ex número uno mundial y cuyo único título de Grand Slam llegó en 2021 en Nueva York.
Alcaraz, por su parte, también se estrenó en el palmarés de los torneos grandes con su triunfo en Flushing Meadows en 2022 y este año le agregó el trofeo de Wimbledon.
El heredero de Rafael Nadal no se ha bajado de las semifinales en los últimos cuatro Grand Slams que ha disputado.
Este viernes disputaba su partido número 50 en Grand Slams y, de salir airoso, igualará las 42 victorias que consiguió en el mismo lapso el mítico John McEnroe, por delante así de Djokovic (38-12), Nadal (40-10) y Roger Federer (34-16).
El genio suizo es, precisamente, la sombra que Alcaraz persigue estos días en Nueva York ya que nadie revalida el título del US Open desde Federer en 2008.
*Con información de la AFP.