Después de varios días en negociaciones, la Premier League inglesa de fútbol aprobó este jueves la adquisición del club Newcastle United por un fondo saudita, según anunció en un comunicado.

“El club fue vendido al consorcio con efecto inmediato”, indica el texto, precisando que la Premier League “recibió garantías que prohíben legalmente que el Reino de Arabia Saudita pueda controlar el club Newcastle United”.

El Newcastle, que era propiedad de Mike Ashley desde hacía 14 años, fue adquirido por un consorcio que incluye el fondo de inversión saudita PCP Capital Partners y los hermanos David y Simon Reuben.

“Estamos sumamente orgullosos de convertirnos en los nuevos propietarios del Newcastle United, uno de los clubes más célebres del fútbol inglés”, declaró en un comunicado el gobernador del fondo saudita, Yasir Al-Rumayyan.

“Damos las gracias a los aficionados del Newcastle por su apoyo de una lealtad increíble desde hace años y estamos muy entusiasmados por trabajar con ellos”, añadió.

La directora general de PCP Capital Partners, Amanda Staveley, afirmó por su parte que se trata de “una inversión a largo plazo”.

Según medios británicos, la oferta se elevaría a 300 millones de libras (333 millones de euros/409 millones de dólares).

Antes de la oficialización de la operación, Amnistía Internacional le pidió a la Premier League que endureciera los criterios para poder adquirir un club de fútbol en Inglaterra.

“Con Mohamed bin Salmán, la situación de los derechos humanos en Arabia Saudita sigue siendo desastrosa: los críticos con el gobierno, los activistas por los derechos de las mujeres, los activistas chiitas y los defensores de los derechos humanos siguen siendo acosados y encarcelados, a menudo tras juicios manifiestamente injustos”, declaró el director general de Amnistía UK, Sacha Deshmukh.

“En lugar de permitir a gente implicada en graves violaciones de los derechos humanos entrar en el fútbol inglés simplemente porque tienen los bolsillos llenos”, la ONG pidió “a la Premier League cambiar sus criterios (de selección) de los propietarios y directores” de sus clubes.

Hinchas de Newcastle United celebrando la venta. | Foto: Copyright 2021 The Associated Press. All rights reserved.

La segunda fue la vencida

Los sauditas ya habían realizado un intento de compra del Newcastle que fracasó en 2020, con motivo de la personalidad del príncipe heredero Mohamed bin Salmán.

Este último fue señalado por responsables turcos y estadounidenses como el que ordenó el asesinato del periodista Jamal Khashoggi, ocurrido en octubre de 2018 en el consulado saudita en Estambul. MBS dijo más tarde que asumía, como dirigente, la responsabilidad del asesinato, pero negó tener conocimiento del mismo antes de que se cometiera.

Posteriormente, se abrió un segundo frente cuando la cadena catarí beIN Sports acusó a Arabia Saudita de estar detrás de BeoutQ, un sistema de pirateo de imágenes deportivas.

La decisión de Arabia Saudita de autorizar la difusión de beIN Sports en su territorio abrió la vía al arreglo de un litigio de larga duración entre los dos países del Golfo y reactivó el proyecto de compra del Newcastle, por un consorcio compuesto fundamentalmente por el fondo de inversión soberano saudita, cuya oferta ascendía a 300 millones de libras (333 millones de euros/409 millones de dólares), según medios británicos.

“Desde la primera vez que se mencionó este acuerdo, hemos dicho que representaba un evidente intento de las autoridades sauditas de hacer olvidar su espantoso balance en materia de derechos humanos por el glamour del fútbol de élite”, denunció Sacha Deshmukh.

El consorcio también incluye a PCP Capital Partners y los hermanos David y Simon Reuben. El fondo saudita tomaría el 80 % de las partes.

Con información de la AFP.