Corría el minuto 92 en el pasado clásico antioqueño entre el DIM y Nacional –que terminó 2 a 2– y un objeto golpeó la cabeza de Pablo Ceppelini, que estaba justo al lado de Jenny Arias, la asistente número 2 del grupo arbitral comandado por Wílmar Roldán, juez central de ese compromiso.
Al recoger el elemento, se dieron cuenta de que era una navaja. Sin embargo, el partido no se detuvo y terminó con normalidad.
“Sí, tengo un chichón, estoy hinchado, me duele un poco y tengo un poco de sangre. No fue para que me dieran puntos, pero ya estoy acostumbrado, se quedaron con las ganas de ganar y no pudieron”, dijo el jugador uruguayo y agregó.
“Creo que fue una navaja, cuando agaché la cabeza vi un montón de monedas, botellas, vi de todo. Son cosas del fútbol, pero se lo dejo a la Dimayor y las autoridades del fútbol para que se encarguen”, dijo el jugador a Múnera Eastman Radio.
El Comité Disciplinario de la División Mayor del Fútbol Profesional Colombiano se pronunció y hubo sanción.
El castigo desde la Dimayor es al cemento, una vez más. Serán dos fechas de cierre parcial de la plaza y una multa de 13 millones de pesos al equipo poderoso.
“Sancionar al Club El Equipo del Pueblo S.A. con dos (2) fechas de suspensión parcial de la plaza (tribuna norte baja sector 14) y multa de trece millones de pesos ($ 13.000.000), por incurrir en la infracción descrita en los numerales 1, 4, 5 y 6 del artículo 84 del CDU de la FCF en el partido disputado por la 18.ª fecha de la Liga BetPlay Dimayor - I 2024 entre el Club El Equipo del Pueblo S.A. y el Club Atlético Nacional S.A.”, dice la Resolución 033.
El equipo de Alfredo Arias se había pronunciado oficialmente. Desde el DIM resaltaron la labor que adelantan para lograr fútbol en paz. Sin embargo, pidieron archivar el caso.
“Siendo conscientes de la gravedad del asunto de referencia y de los constantes hechos de violencia que atañen el Fútbol Profesional Colombiano, mediante el presente requerimiento nos permitimos como institución plasmar nuestra visión y acciones concretas de total rechazo a cualquier acción violenta que atente contra la integridad de los deportistas, sin distinción del color, el escudo o la región; la violencia en nuestros estadios y demás actos similares deben culminar, permitiéndoles a los espectadores, deportistas y demás actores de interés disfrutar un espacio grato e integro, donde la convivencia y seguridad sean un requisito inherente al evento deportivo mismo”, destacaron.
Sin embargo, no es la primera vez que los seguidores del azul y rojo tienen esos reprochables comportamientos. El 21 de septiembre de 2019, Independiente Medellín recibió a Millonarios en la fecha 12 del ‘todos contra todos’.
En un tiro de esquina, una navaja fue arrojada al cobrador David Macalister Silva. El volante, sin miedo alguno, mostró el objeto cortopunzante a Carlos Ortega. El partido tampoco finalizó, pero a diferencia del hecho relacionado con Pablo Ceppelini, el agresor fue identificado y se le prohibió la entrada al estadio por tres años.