Casi un año después de cada uno conquistar el título, Argentina e Italia se encontraron en Wembley para disputar la primera edición de la ‘Finalissima’, torneo creado para fortalecer los lazos entre la Uefa y la Conmebol.

La Albiceleste rompió una larga sequía en la Copa América de Brasil, días antes que la Azurri se coronara campeona de Europa, venciendo a Inglaterra justamente en el escenario en el que se encontró este miércoles frente a la banda de Lionel Messi y compañía.

Para Lionel Scaloni, DT de los argentinos, era la posibilidad de consolidar aún más un proyecto que sueña con coronar la tercera copa del mundo en Catar, mientras que Roberto Mancini tenía la necesidad de hacer olvidar la dura eliminación del Mundial a manos de Macedonia del Norte en el repechaje disputado en marzo.

En busca de un nuevo título en el palmarés de la Pulga con su selección, Argentina impuso las condiciones desde el minuto 1 con un Messi participativo, mucho más de lo que lo suele hacer con el París Saint-Germain.

Las jugadas de peligro cerca del arco de Gianluigi Donnarumma no surtieron efecto hasta el minuto 28, cuando el ‘10′ desbordó por la izquierda y lanzó un centro rasante que Lautaro Martínez conectó para hacer explotar de alegría las tribunas de Wembley, abarrotadas de la celeste y blanco.

La Albiceleste no le bajó a la intensidad y siguió insistiendo ante un combinado italiano que no lograba salir de su propio campo y apenas tuvo aproximaciones al arco de Emiliano Martínez en el primer tiempo. Justo antes del final del primer tiempo, Lautaro dejó en el camino a Bonucci que lo presionaba sobre el medio del campo, acción que le permitió quedar con toda la cancha de frente para avanzar a toda velocidad.

En vez de desperdiciar su jugada previa con un disparo lejano, el del Inter de Milán esperó el desmarque de Ángel Di María y lo asistió con un pase al vacío. El Fideo le ganó la carrera a Chiellini y definió con una sutil ‘vaselina’ sentenciando el 2-0 antes de irse al descanso.

En la parte complementaria el decorado no cambió. Los argentinos salieron a arrollar a su rival con velocidad por los costados, aprovechando que Di María y Messi se encontraban en una sintonía digna de los resultados que obtuvieron en las Eliminatorias y el título de Copa América que les dio el cupo para estar en esta ‘Finalissima’.

A los 61′, un atajadón de Donnarumma y luego una ocasión clarísima que desperdició Giovanni Lo Celso, avisaron que Argentina no iba a permitir que se le escapara el título. Mientras pasaban los minutos, la ‘Azzurri’ perdió el control por el dominio rival y decidió aplicar juego fuerte contra los atacantes de la Albiceleste.

Paulo Dybala puso la cereza sobre el postre al 90+4′, aprovechando una jugada individual de Messi y definiendo cruzado a la mano izquierda del portero que no pudo evitar la goleada.

La principal conclusión de este resultado (3-0), que quedó corto por la cantidad de opciones que perdió el equipo de Scaloni, es que Argentina tiene todos los argumentos para hacer un buen Mundial y soñar con el título que no consigue desde México-1986 de la mano de Diego Armando Maradona.

Para Lionel Messi significa el segundo título de su carrera con la selección de mayores, aparte de los dos que consiguió en las divisiones menores: el Mundial Sub-20 de 2005 y la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008. Ahora viene el reto más importante para la carrera del atacante que, lejos de las críticas que recibe en París, cuando se pone la camiseta Albiceleste es el centro de atención, de los aplausos y el portador de la cinta de capitán que quiere llegar a lo más alto en Catar 2022.