EN ARGENTINA LA NOTICIA PASO INADvertida. La muerte de Oswaldo Panzutto quedó registrada en los periódicos gauchos sólo en los obituarios. Muy pocos en ese país se enteraron de que el pasado 8 de febrero murió un centro delantero del Independiente Santa Fe a quien se le debe gran parte de la gloria cardenal de los años 60. En Colombia, en cambio, hubo miles de dolientes. Es tanto lo que Oswaldo Panzutto representó para la hinchada santafereña que hace dos décadas Daniel Samper Pizano dijo que "un hincha de 30 años tiene dudas sobre Dios Padre, pero nunca acerca de Panzutto". Tal vez por esto es que la semana pasada en la mayoría de las casas santafereñas no se hizo otra cosa que hablar de aquel aguerrido jugador que llegó a Colombia en 1959, un año después de que Santa Fe consiguiera su segundo título. En Argentina Panzutto no había hecho mayor cosa. Fue campeón en 1955 de la primera B con Argentinos Juniors y de ahí en adelante era un jugador del montón que ya estaba llegando a los 30 años. Incluso cuando el presidente de Santa Fe, Jorge Ferro Mancera, trajo a Panzutto, varios hinchas llegaron a pensar que se trataba de un argentino más que llegaría a Colombia diciendo que había jugado en River y que si no fuera por un problema de meniscos estaría de titular en la Selección Argentina. Pero esos incrédulos tuvieron que guardar silencio cuando lo vieron pisar por primera vez la grama del estadio El Campín el 8 de marzo de 1959. Ese día los santafereños se dieron cuenta de que Panzutto podría reemplazar al centrodelantero argentino que había maravillado a los bogotonos a comienzos de los 50, René Pontoni. Y no se equivocaron. En 1959, gracias a su entrega en el campo de juego, se ganó el apodo de 'Voluntad' Panzutto y en los 38 partidos que jugó con la camiseta rojiblanca anotó en 30 oportunidades. Ese año, pese a la demostración de buen fútbol de Panzutto y de su compañero de fórmula, el mediocampista Alberto Orlando 'Totogol' Perazzo, quien también llegó a Colombia en 1959, Santa Fe vivió un año de transición. Para 1960, en cambio, las directivas se empeñaron en conseguir un nuevo título y volvieron a llamar al técnico argentino Julio Tocker -quien les había dado la segunda estrella-. A él le encomendaron la consecución de un núcleo de jugadores argentinos que se complementaran con los colombianos que él ya conocía y con Panzutto y Perazzo. Tocker trajo al portero Bevilacqua, a Milne, a Juan Montero y a Ricardo Campana para integrar el que ha sido considerado por muchos como el mejor equipo que haya tenido Santa Fe en toda su historia. No existe un hincha cardenal de esa época que no se sepa de memoria la delantera de aquel equipo que se coronó campeón en 1960: Campana, Resnik, el Zipa González, Perazzo y Panzutto conformaban la delantera más temida del fútbol colombiano en ese entonces. De los 95 goles que Santa Fe anotó en esa temporada, 85 fueron obra de esa fórmula goleadora. Y no es exagerado decir que los goles más recordados por los hinchas, e incluso por algunos de los propios jugadores, fueron los que logró Panzutto. El más famoso fue el que anotó en el Atanasio Girardot contra el Independiente Medellín. "Faltaban tan solo cinco minutos para terminar el partido y Medellín ganaba por 1-0 -le dijo a SEMANA Alberto Perazzo-. Yo tomé el balón fuera del área, disparé y empaté el encuentro. Era una locura. Pero lo mejor vendrìa después. Sólo quedaban unos segundos. Bevilacqua sacó largo a la plenta derecha, Campana tomó el balón con la pierna derecha y rápidamente llegó hasta la linea final, donde metió un centro a la bomba del área, justamente donde estaba parado Oswaldo. Panzutto dio dos pasos atrás para tratar de cabecear, pero cuando se dio cuenta de que por más que saltara no lo alcanzaría, se botó en una chilena, le pegó al balón con pierna derecha, y el 'Caimán' Sánchez -arquero del Medellín- se quería morir cuando viò entrar el balón en su arco. Es una lástima que esa obra maestra solo la hayamos visto los 22 jugadores y el público que estaba en el estadio. Nadie lo filmó para la televisión". Y es que 'Voluntad' Panzutto era lo que llaman los argentinos un fenómeno. Le pegaba igual de fuerte con ambas piernas, gambeteaba, era rápido, cabeceaba bien, le imprimía unas ganas a cada partido que jalaba a todo el equipo y hacía goles desde todos lados. Carlos 'El Copetín' Aponte, quien fuera defensa de ese inolvidable equipo de 1960, recuerda que en un partido frente a Millonarios que estaba empatado 1-1, Panzutto metió un gol de taquito que dejó quieto al portero albiazul: nada menos que Pablo Centurión. Pero más allá de las cualidades futbolísticas de 'Voluntad' Panzutto lo que más está en la memoria de los santafereños es su temperamento. No había día que Panzutto no estuviera de huen humor. Fernando González Pacheco lo recuerda como el líder del equipo, el que ayudaba y aconsejaba a los demás, el contacto entre las directivas y el resto de jugadores. Nunca hubo queja alguna de Panzutto. Se fue de Santa Fe a finales del año 1962 después de haber disputado 163 partidos y anotado 105 goles con la camiseta rojiblánca. Estuvo en Argentina dirigiendo varios equipos y volvió a Colombia en 1978 para ser el director técnico de Millonarios. Duró tan sólo un par de meses y se devolvió para su tierra natal, donde dirigió hasta el pasado 8 una empresa de fabricaciòn de tornos y bujes en Buenos Aires. Y fue precisamente ahí, donde la muerte se lo llevó a los 66 años al ponerle un coágulo en un pulmón. En Argentina no lo lloraron. En Colombia no lo dejan de recordar y en las huestes santafereñas muchos le han comenzado a rezar a "Panzutto que estás en el cielo".