Panam Sports, la entidad que organiza los Juegos Panamericanos, anunció el miércoles que retiró la sede de la competencia de 2027 a Barranquilla, debido a “incumplimientos” del Gobierno colombiano con los pagos estipulados.
“La resolución ha sido tomada tras los innumerables incumplimientos de contrato vigente”, aseguró Panam Sports en un comunicado, sin dar detalles sobre las infracciones. El alcalde de Barranquilla, Alejandro Char, afirmó que el Gobierno debió transferir unos cuatro millones de dólares a Panam Sports antes del 31 de diciembre, pero eso no sucedió. “No se hizo. (Fue) un trámite (...) extraño, no se dio cuando ya tenía la orden presidencial”, dijo a periodistas.
Entre tanto, el Ministerio del Deporte colombiano aseguró que recibió de “manera sorpresiva” el anuncio, pues supuestamente la jefa de esa cartera, Astrid Rodríguez, había acordado con el presidente de Panam Sports, Neven Ilic, los pagos para enero de 2024.
La organización no informó qué ciudad acogerá los Juegos en lugar de Barranquilla, aunque, según se estima, uno de los interesados en hacerlo es Asunción, capital de Paraguay.
La realización de la competencia era una incógnita, pues el presidente Gustavo Petro no se mostraba convencido. Incluso, el mandatario planteó que el certamen más importante del ciclo olímpico de América se realizara en diferentes ciudades y pueblos del Caribe colombiano.
En los Juegos Panamericanos de Santiago, celebrados entre octubre y noviembre, Petro se ausentó de la entrega de las banderas por parte de Chile. Ilic lo había invitado para recibirlas “de manos” del mandatario chileno, Gabriel Boric.
Panam Sports únicamente detalló el miércoles que el 19 de octubre recibió una carta de Colombia solicitándole una “prórroga en los plazos para poder cumplir con el contrato”. Sin embargo, ante la “nula” respuesta del país organizador determinó quitarle definitivamente la sede.
Enemistado con un clan político de derecha que gobierna Barranquilla desde el primero de enero, el presidente ahora ha desatado una tormenta política por cuenta del fracaso de realizar estas justas. El alcalde añadió que “en cualquier momento” Petro hablará con su homólogo Boric para que interceda a favor de Colombia, pues Ilic vive en Santiago.
“Acabo de hablar con Presidencia de la República y el mensaje es que se está hablando con el gobierno chileno para que ayude a intermediar en esta situación y no perdamos nosotros los colombianos la esperanza de estos Panamericanos”, sostuvo Char.
Este fracaso recordó las palabras que en su momento dio el piloto colombiano Juan Pablo Montoya. En entrevista con SEMANA, el deportista aseguró que la gente en Colombia se burlaba, pero tener a la gran carpa en Colombia suponía una gran oportunidad de crecimiento económico, turismo, negocios. Según dijo, él estaba detrás de esas gestiones, acompañó a los delegados de la Fórmula Uno a Barranquilla y, sin decir un nombre concreto, pero dejarlo entrever, la falta de ayuda de alto nivel terminó en que este Gran Premio del Caribe de Fórmula Uno en Barranquilla se cayera y la sede se la dieran a Madrid (España).
“Hace unos ocho meses estaba 95 % hecho, pero alguien la embarró en algo y no sé en qué. Mentiras, sí sé, pero no voy a decir. ni me insista porque no voy a decir. Puede pasar en el futuro que la gente creía que era mamadera de gallo, que ridículos. Fui con la gente de la Fórmula 1 a Barranquilla, miramos el trazado. Todo estaba hecho, faltaba la firma y estaban listos para firmar. Tal vez en el 2028. Terminaron dándole la carrera a Madrid”, dijo el piloto colombiano en la entrevista con SEMANA.
Cuando se le consultó por qué Colombia queda a las puertas de sus objetivos sin cumplirlos, qué hace falta para alcanzarlos, respondió: “Que la gente en Colombia ayude. Mientras más pilotos tengamos en Fórmula 1, como hizo Carlos Slim con Checo, más fácil nos voltean a mirar para estos eventos. Buscaban hacer una carrera en el Caribe, miraron tres o cuatro sitios y escogieron Colombia. Tenemos la infraestructura, todo. Pero es triste ver que la gente se burlaba del tema. Incluso la prensa. En Colombia creen que todo lo del pobre es robado. Nunca creen en nada de Colombia”.
Y agregó: “Al colombiano le encanta celebrar cuando el colombiano está arriba y está ya ganando, hacer parte de la gloria. Le gusta celebrar, pero no hacer parte del proceso. Mira mi carrera deportiva, yo nunca hubiera hecho lo que yo hice si no hubiera sido por Frank Williams. Augusto López nos ayudó un momento y una Bavaria. Si no, yo chao. Yo fui a mirar todo, el presidente de la Fórmula 1, aprobaron el circuito y todo, estuvimos con los ingenieros”.
Al consultar por sus sensaciones personales por esa frustración. Montoya respondió: “Lo que sé es que eso a los nuevos talentos les hubiera ayudado mucho”. Finalmente, sobre el tema, Montoya dijo que cuando alguien asista al Gran Premio de Fórmula 1 en Madrid piense que esa carrera se pudo correr en Barranquilla.
Colombia tiene una larga historia de renunciar o perder la organización de grandes eventos deportivos. En el siglo pasado, el país declinó ser sede del Mundial de Fútbol de 1986 (celebrado finalmente en México) para invertir el dinero en obras públicas.
En 2021, el entonces presidente, Iván Duque, renunció a que Colombia fuera sede de la Copa América supuestamente por los efectos desastrosos de la pandemia sobre la economía, aunque ese gobierno era blanco de un estallido social con protestas en las calles y decenas de muertos.
Entre agosto y septiembre de 2024, los principales estadios de Colombia recibirán el Mundial Sub-20 femenino.