Agridulce fue el estreno goleador de James Rodríguez en São Paulo durante este miércoles. El colombiano, que partió como titular ante Fortaleza por la fecha 24 de Brasileirao, en la primera mitad del encuentro no pudo anotar un penal: fue atajado por el arquero rival.
La desazón que se le vio al cucuteño tras el tiro desde los once pasos fue absoluta. Desde ahí, empezó a jugar con rabia por lo sucedido y esta llegó a aumentarse cuando, antes de la media hora de juego, estrelló un tiro libre en el horizontal.
Estas dos acciones no presagiaban nada bueno para la figura de la Selección Colombia. No obstante, persistiendo en el campo, obtuvo su recompensa en el segundo tiempo.
Hacia el minuto 79, se encontró con la posibilidad de rematar desde lejos y, así, lograr el primer grito de gol desde que es jugador tricolor. Una anotación que no celebró, pero sí llegó a alegrar a sus compañeros.
Con poco tiempo en el reloj para intentar dar vuelta al marcador, todo São Paulo se fue en busca de revertir el marcador. Lastimosamente y a pesar de los cambios, no fue fructífera la ejecución del plan que terminó condenando a una nueva caída a los paulistas.
El 1-2 final los mantiene por fuera de los puestos de privilegio para las competencias del año entrante. Aunque se encuentran a tan solo un punto de Internacional, parcialmente clasificado a la Copa Sudamericana, no deberán dar más ventajas en los siguientes juegos para asegurar algún torneo al final del año.
Tras esta caída, el siguiente reto de São Paulo será nada más y nada menos que la gran final de la Copa de Brasil ante Flamengo. El juego de vuelta, que está programado para el próximo domingo, se llevará a cabo en Morumbi desde las 2:00 p. m. (hora de Colombia), donde hay pocas posibilidades de ver a James titular.
Pecó y rezó
Desde su arribo se lleva aguardando la mejor versión del cucuteño, esa que no ha llegado y que se ve cada vez más lejos, luego de acciones como la de este miércoles, 20 de septiembre, cuando por segunda vez en su estadía por Brasil, volvió a errar un penal.
Para esta oportunidad, a comparación de lo que sucedió la primera vez, el cobro fue atajado. Cabe recordar que su primera pena máxima en el cuadro Tricolor se dio en Copa Sudamericana, por el paso a las semifinales, donde por el error de colombiano, quedaron eliminados ante Liga de Quito.
En dicha ocasión, el resultado de la tanda quedó 4-5 en favor de los ecuatorianos. En aquella ocasión, James se dispuso a cobrar el segundo penal. Parado de frente al arco, se inclinó al llegar a balón para cobrar con fortaleza y el remate terminó yéndose por encima del pórtico.
Ahora, con la oportunidad de reivindicarse ante la gente del Morumbi, quiso tomar la responsabilidad de lo que hubiese sido el empate transitorio ante Fortaleza por la fecha 24 del Brasileirao. Aunque se le veía lleno de confianza, su pronunciado cobro al palo izquierdo de Ricardo, fue fácilmente atajado por el golero.
Una vez el colombiano alzó su rostro para ver el desenlace de la jugada, el gesto de su cara cambió de la expectativa por marcar a la desazón total. La transmisión del compromiso lo enfocó, dando cuenta de su malestar, donde se le vio lanzar un puño al aire y alguna palabra, imposible de determinar.