El mundo del fútbol se encuentra en vilo por la situación médica de Pelé, internado desde el pasado 29 de noviembre en el hospital Albert Einstein, el mismo que ha manejado toda su historia clínica desde que le encontraron la presencia de un cáncer de colon e iniciaron el tratamiento de quimioterapia.
En principio, el ídolo del fútbol brasileño se había presentado a uno de sus habituales chequeos, sin embargo, los médicos encontraron varias zonas de su cuerpo inflamadas y un problema respiratorio que los obligó a dejarlo internado. La alarma de una nueva hospitalización hizo pensar lo peor, aunque su familia después aseguraría que estaba fuera de peligro.
Los días pasaron mientras Pelé veía los partidos del Mundial de Qatar 2022 acompañado de su familia, enviando mensajes a Neymar y a Cristiano Ronaldo, dos de los referentes que terminaron en lágrimas al caer eliminados en cuartos de final. Fue Lionel Messi entonces el que recibió el apoyo del tres veces campeón del mundo en esa última semana antes de la gran final en la que Argentina venció a Francia desde el punto penal.
El ‘10′ volvió a aparecer en las redes sociales para enviar sus felicitaciones a la albiceleste y destacar que Messi haya ganado su primera Copa del Mundo como premio “merecido por su trayectoria” como futbolista.
Esa fue la última publicación del rey, antes que en la prensa brasileña avisaran de una nueva descompensación y salieran a la luz imágenes del exjugador desde el hospital acompañado de sus hijos en un momento difícil, que no parece mejorar con el paso de los días, y los exclusivos cuidados a los que lo tienen sometido en Sao Paulo.
Admirador de los grandes ‘cracks’
Ni siquiera en los momentos más críticos de su salud, Pelé se ha alejado del fútbol. En este Mundial estuvo pendiente de la mayoría de los partidos y envió mensajes en redes sociales cuando lo encontró pertinente, cumpliendo con la tradición de sus palabras como una voz autorizada cuando se trata de hablar del principal torneo a nivel de selecciones.
Así como este año habló de Cristiano, Messi, Neymar y Mbappé, en la previa al Mundial de Estados Unidos 1994, al que Colombia llegó como uno de los candidatos al título, el brasileño destacaba el talento de Carlos Valderrama como ese jugador que la selección de Brasil debía tener muy en cuenta si se lo encontraba en el camino.
“Valderrama no puede quedar libre para armar el juego de Colombia. También hay que tener cuidado con (Jose Adolfo) Valencia y (Freddy) Rincón, que llegan fácil al área rival”, dijo después de ver un amistoso de la Tricolor ante el Milan de Italia.
En ese entonces, la marca registrada de la Selección era su juego colectivo, ese con el que destrozó a Argentina en el Monumental el 5 de septiembre de 1993, día en el que se consolidaron como uno de los países a seguir de cerca en el Mundial del 94, aunque después los resultados no cumplirían con las expectativas.
Pelé aseguraba entonces que la única forma de detener a Colombia era cortarle esos circuitos que pasaban por los pies del Pibe. “Tenemos que matar la jugada en el medio campo, antes que comiencen a armarse. Si los dominamos ahí, termina el peligro”, sentenció en unas declaraciones recogidas por El Tiempo, posterior a aquel juego en el que la Tricolor venció 2-1 a los rossoneros con goles de Faustino Asprilla y Freddy Rincón en la ciudad de Miami.
Lo cierto es que después de aquellas palabras de Pelé, los colombianos desentonaron en el Mundial y el título quedó en manos de Brasil, la cuarta corona en su historia y la primera sin que O Rei estuviera en el campo de juego como lo había hecho en las tres anteriores durante los años de 1958, 1962 y 1970.