Colombia brilló en una nueva jornada de los Juegos Olímpicos París 2024. Parecía que las medallas se estaban haciendo esquivas, pero aparecieron Yeison López y Mari Leivis Sánchez para bañarse en plata y alegrar la vida de más de 50 millones de colombianos, que los apoyaron desde la distancia y a través de un televisor, gritando al máximo cada uno de sus aciertos y fallos.
Los dos deportistas se llevaron la gloria en la halterofilia, más conocida como levantamiento de pesas, una disciplina que ha llenado de júbilo a un país distanciado por la guerra, pero unido por el deporte en una sola voz y corazón. Ya son 11 las preseas que se han conseguido en este tipo de competencia a lo largo de la historia.
El primero en alcanzar la gloria fue Yeison López, recompensa al esfuerzo y dedicación que le imprimió a esta profesión desde el primer momento en que la conoció. Nació el primero de septiembre de 1999 en Istmina, Chocó, uno de los territorios más azotados por la violencia, un tema que también tocó a Yeison y que lo obligó a abandonar su hogar durante su infancia, tal y como les pasa a miles de colombianos. Terminó viviendo en Cali junto con su hermano y una tía.
Gokú, como es conocido por sus amigos y seres más cercanos, no se dejó vencer ante las adversidades. El amor por las pesas lo ayudó a salir adelante y alcanzar triunfos que, cuando era muy pequeño, se veían muy lejanos, pero que hoy en día son un ejemplo para millones de niños que lo vieron por televisión y que hoy sueñan con ser como él.
Alcanzó una medalla de oro, dos de plata y un récord mundial en la copa mundo de halterofilia en Tailandia, una competencia que le sirvió para ser catalogado como una joven promesa. Hoy, y después de atravesar momentos difíciles, ya es una realidad en el deporte nacional y puede decir que alcanzó un metal plateado en los Juegos Olímpicos de París 2024.
Yeison pasó a la historia después de lograr esta presea en la categoría de los 89 kilos. El colombiano alzó en el arranque 180 kilos, un número que le sirvió como primer paso para buscar la medalla. Ya en el envión, López sacó a relucir su talento y levantó 210 kilos, cada vez veía más cercano el metal.
Finalmente, Gokú consiguió un total de 390 kilos, quedando en el segundo lugar solamente superado por el búlgaro Karlos Nasar, que sumó 393 kilos. El colombiano celebró el triunfo con un sombrero vueltiao y rompió en llanto, lágrimas que representaron cada una de las pruebas que tuvo que superar y que le permitirán cumplirle el sueño a su mamá: comprarle una casa.
La jornada histórica prosiguió con la gran Mari Leivis Sánchez, que también se bañó en plata en el levantamiento de pesas, categoría 71 kilos, triunfo que fue seguido por millones a través de la televisión. A la deportista no le importó estar al lado de destacadas atletas, no era la favorita, pero terminó imponiéndose con garra y jerarquía.
Desde muy pequeña se enamoró de la halterofilia, inició su carrera con tan solo 13 años gracias a su hermana Daryl Isabel Sánchez, quien le mostró la pasión por las pesas. Tras mucho esfuerzo y disciplina, la nacida en Turbo, Antioquia, estaría presente en los Juegos Panamericanos 2014 en la categoría de 63 kilos, en la que finalmente acabó en el cuarto lugar. Su próximo reto fue la copa del mundo de Turkmenistán, terminó séptima, pero dejó en claro que estaba hecha para grandes cosas.
Su vida y carrera han estado llenas de grandes sacrificios, pues estuvo cerca de abandonar el deporte después del nacimiento de su hijo. Sin embargo, siempre tuvo claro cuál era su gran objetivo e ilusión. Su preparación la obligó a dejar de lado en algunas ocasiones a su familia y su primogénito, quienes desde la distancia la apoyaron y le enviaron fuerzas, que hoy la ayudaron a ganar la presea de plata en la ciudad del amor.
Yeison López y Mari Leivis Sánchez ya pueden estar en paz, hicieron que todo un país dejara de lado sus diferencias y se uniera en un mismo objetivo. Ahora, los dos tienen la mira puesta en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028.