Un día más en la oficina para James Rodríguez. Infortunadamente, en Colombia, es el lugar en el que no se le quiere ver, pero es la realidad: el banco de suplentes a lo largo de todo el juego con Rayo Vallecano.
Este domingo, 24 de noviembre, a su vuelta a España, tras su participación con la Selección Colombia en los dos más recientes juegos rumbo al Mundial 2026, había la expectativa por saber si jugaría algunos minutos con Rayo Vallecano.
Iñigo Pérez, un día antes, había dado a conocer que estaba convocado para el mano a mano con el Sevilla, por la fecha 13 de la Liga de España. Esa presencia, al menos, en el grupo de citados, daba esperanzas.
Horas antes del compromiso que se jugaría en el Ramón Sánchez-Pizjuán, las redes del conjunto rayista dieron a conocer la nómina titular que afrontaría el juego, justo ahí, cayó la primera noticia negativa para el colombiano: una vez más suplente.
A pesar de eso, las esperanzas para la segunda mitad porque el cafetero no se fuera en blanco de un nuevo juego liguero permanecían latentes. Sin embargo, los 90 y más de minutos pasaron, sin la posibilidad de que el 10 entrase.
Un nuevo mazazo para el máximo talento del balompié local en el mundo, que, aunque a la interna de su equipo aseguren no tener líos con su entrenador, no se entiende cómo el estratega pasa de largo de él y no lo ve como un activo para aportarle.
Con la trayectoria de James, habiendo pasado por Real Madrid, Bayern Múnich, ser un constante en la selección de su país, se cataloga por muchos medios de “inexplicable” lo que este está viviendo desde su retorno a España.
Gesto de James en el banco del Rayo
Justo en medio del más reciente partido del Rayo, como es habitual, cámaras siguieron al colombiano en varias ocasiones para ver sus expresiones por las decisiones que, ante sus ojos, tomaba el entrenador Pérez.
En un instante, de brazos cruzados, con una cara de pocos amigos, se le pudo ver al cucuteño. Y es que no podría ser otra, pues sin lesiones, entrenándose bien, pocas son las reacciones positivas que pueda tener ante los constantes desplantes que sufre.
Durante otro momento, un video que se hizo viral, lo pilló teniendo la reacción al llamado de otro jugador en lugar suyo para el ingreso al partido. Maduro, y lejos de hacer una rabieta, mostró su postura aceptando la determinación.
Además de ello, comprometido con el equipo, no pensó en él en primera instancia. Con una palmada en la pierna izquierda a su compañero, le dio a entender que lo apoyaba y le daba ánimos para cumplir un buen papel.
Ni una palabra de James en Rayo
Unos cuantos minutos después de terminado el juego que quedó 1 - 0 a favor de los sevillistas, en rueda de prensa el entrenador se le hicieron varias consultas de la derrota. En ninguna de ellas, hubo una explicación a la nueva banqueada de James.
“No es una cuestión de parecer prepotente, pero les veo entrenar, realizamos entrenamientos exigentes y uno es capaz de imaginar que pueden llevar el partido a donde lo han llevado sabiendo que Sevilla en cualquier acción puede penalizarte”, defendió a quienes tuvieron minutos.
Sobre la jugada en particular que cambió todo el partido, la cual derivó en una expulsión, explicó: “Unai no ha dicho nada, no he hablado con él. Cometió un error, es el que más dolido está. Sale del campo y perdemos”.
De cara a la continuidad de LaLiga en su próxima fecha, esta será ya en el inicio de diciembre, en concreto el primer día del último mes del año. Un duelo en Vallecas entre Rayo y Athetic Bilbao, desde las 12:30 p. m. (hora local), donde se espera James reaparezca.