El empate entre Liverpool y Manchester City (1-1) ha dejado una profunda polémica en el fútbol inglés. Más allá del buen nivel que ofrecieron ambos equipos durante los 90 minutos, la prensa de ese país se quedó con el presunto penal de Jérémy Doku sobre Alexis Mac Allister, que pudo cambiar el resultado sobre el final del partido.
Luego del pitazo final, el árbitro Michael Oliver recibió el reclamo de Jürgen Klopp, quien se pronunció en contra de la determinación que tomó el juez y la nula intervención del VAR en una jugada que, en su consideración, fue clara falta sobre el mediocampista argentino.
“Fue penalti, al 100%. Encontrarán algún tipo de explicación, pero es 100% falta en cualquier parte del campo, y probablemente una cartulina amarilla. Todas las personas con iPads a mi alrededor decían ‘wow, es claro’. Quizá puedan esconderse diciendo que no fue claro y obvio. Está claro que fue penalti, pero no lo señalaron y está bien”, declaró el estratega alemán luego del compromiso.
En los medios ingleses califican este supuesto error como una jugada que marcará el rumbo de la Premier League. Si Liverpool hubiera ganado estaría líder único de la tabla y le sacaría tres puntos de diferencia a los citizens en una lucha cerrada por el título de la presente temporada.
Graves acusaciones contra Michael Oliver
Lo cierto es que la lista de errores arbitrales cometidos contra Liverpool se ha hecho larga con el paso de la temporada y eso provoca especulaciones en contra del Manchester City, club que viene de ganar las últimas tres ediciones de la Premier.
François Plateau, periodista francés, apuntó contra Oliver y lo acusó de una relación cercana con los Emiratos Árabes, de donde proviene el jeque dueño del Manchester City. “El árbitro del partido entre Liverpool y Manchester City, Michael Oliver, ya había recibido anteriormente una remuneración por ‘trabajar freelance’ como árbitro en los Emiratos Árabes Unidos”, escribió a través de su cuenta de X (antigua Twitter).
“Desde entonces, ha estado involucrado en múltiples decisiones difíciles que favorecen al Manchester City, club propiedad del jeque Mansour, vicepresidente de los Emiratos Árabes Unidos”, añade Plateau.
Tanto en Emiratos Árabes como en Arabia Saudita acostumbran a llevar árbitros de otros países del mundo, aprovechando la capacidad económica que les permite pagar viajes, estancias y sueldos estratosféricos a los que los jueces difícilmente se pueden negar.
Además de Oliver, también salen ‘salpicados’ los árbitros que influyeron en el polémico gol que le quitaron a Luis Díaz contra Tottenham, por supuesto fuera de lugar. “El árbitro del VAR Darren England, cuya decisión provocó el gol anulado erróneamente a Luis Díaz por fuera de juego, había estado en los Emiratos Árabes Unidos menos de 24 horas antes del partido. Dan Cook, árbitro asistente del VAR en el mismo partido, también estuvo presente en los Emiratos Árabes Unidos con Mr. England”, sentencia esta versión que le ha dado la vuelta al mundo tras lo sucedido en Anfield.
Plateau culmina su publicación recordando el proceso que se adelanta en la Premier League contra los dirigentes del Manchester City. “Los árbitros que reciben pagos de los Emiratos Árabes Unidos, los propietarios del Manchester City, y que constantemente toman decisiones equivocadas a su favor, dejan un sabor amargo en la boca de los aficionados. La controversia continúa acumulándose para el equipo que ya enfrenta 115 cargos, sin incluir la inflación de las cifras de asistencia para obtener una ventaja económica injusta”, sentencia el tuit.
“Por supuesto, todo esto podría ser una coincidencia. John W. Henry, propietario del Liverpool, debería invitar a algunos de los árbitros de la Premier League a Boston y pagarles generosamente por sus apariciones. Estoy seguro de que a nadie le importaría si el Liverpool posteriormente obtuviera un montón de decisiones 50/50 a su favor durante el resto de la temporada”, finaliza el periodista francés.