Recientemente, una competidora australiana de breakdance en los Juegos Olímpicos de París-2024, cuyo estilo suscitó burlas en redes sociales, se defendió de los ataques reivindicando su “creatividad” y su libertad.
Rachael ‘Raygun’ Gunn, de 36 años, no consiguió ningún punto en los tres enfrentamientos en los que participó en los Olímpicos realizados en la capital francesa, donde por primera vez se competía en breakdance, un arte de la danza procedente de la cultura hip-hop.
Pero la battle de esta profesora de la Universidad de Sídney no solo estuvo en el escenario de la Plaza de la Concordia, sino también en las redes sociales.
Sus movimientos provocaron una oleada de comentarios, a menudo hostiles y burlones, con internautas que la comparaban con un canguro saltando o con el personaje de animación Homero Simpson dando vueltas por el suelo.
Si bien los Juegos Olímpicos finalizaron el pasado domingo 11 de agosto, la polémica alrededor de la participación de Rachael Gunn continúa encendida en redes sociales y hay quienes se preguntan cómo logró clasificar a los Juegos Olímpicos de París.
De hecho, el pasado domingo el usuario “Alguien que odia la corrupción” subió una petición a Change.org en la que acusó a Gunn de “conducta poco ética” y hasta se puso en tela de juicio su clasificación a los Olímpicos de París.
“Nosotros, los abajo firmantes, pedimos una rendición de cuentas inmediata y transparencia en las recientes acciones de Rachel Gunn y Anna Mears en el proceso de selección para la representante australiana de breakdance en los próximos Juegos Olímpicos”, comienza el escrito, según publicó el sitio XXL.
Y agregan en la petición hecha en Change.org: “Rachael Gunn, que creó su propio organismo rector del breakdance, ha manipulado el proceso de selección en su propio beneficio. A pesar del claro talento y calificación de otras destacadas bailarinas de breakdance como G Clef y Holy Molly, fueron injustamente ignoradas. A los NT Youlong Boys, un grupo de jóvenes increíblemente talentosos y desfavorecidos del Territorio del Norte, la Dra. Gunn les negó una financiación crucial para asistir a las eliminatorias, una decisión que afectó directamente sus posibilidades de mostrar sus habilidades en un escenario nacional”.
En la citada plataforma también hasta resultó salpicado el esposo de la atleta australiana.
“De manera inquietante, la Dra. Gunn ganó su propia clasificación, derrotando a otros fenomenales bailarines de breakdance, lo que generó serias dudas sobre la justicia y la integridad del proceso. Si el marido de la Dra. Gunn es efectivamente el entrenador australiano y forma parte del panel de selección, esto representa un flagrante conflicto de intereses que no puede pasar desapercibido. Exigimos una disculpa pública de Rachel Gunn y Anna Mears por engañar al público australiano e intentar engañar al público y socavar los esfuerzos de atletas genuinos”.
En tal sentido, pidieron una investigación alrededor de cómo se llevó a cabo el proceso de selección que le terminó permitiendo a Gunn llegar a los Olímpicos de París.
“También pedimos una investigación completa sobre el proceso de selección, una auditoría de los negocios del Dr. Gunn y una disculpa pública global a la comunidad quebrantada por el comportamiento poco ético que ha contaminado este deporte. La falta de ética y moral de Rachel Gunn genera serias preocupaciones sobre su aptitud para enseñar y ocupar cualquier puesto de autoridad en el deporte o la universidad”, concluyeron en la petición.
Vale destacar que la petición en Change.org ha acumulado, por el momento, más de 56 mil firmas.