Marruecos dio un batacazo en la Copa Mundial de Fútbol Qatar 2022 al avanzar a cuartos de final. La hazaña de la selección africana dio pie para que más de un aficionado se preguntara por qué tiene tantos jugadores repatriados, uno de ellos Achraf Hakimi, quien desde el punto penal eliminó al país donde nació, España, y otro, el guardameta Bono, oriundo de Canadá.
Que Marruecos sea la selección que más jugadores nacionalizados tiene en el máximo certamen del balompié –14 de los 137 contabilizados por Fifa– no es casual. Obedece tanto a circunstancias políticas como futbolísticas que este 6 de diciembre confluyeron para que hiciera historia. De los 14 convocados a la Copa Mundo por Walid Regragui, uno nació en Italia, uno en Canadá, dos en España, tres en Bélgica, tres en Francia y cuatro en Países Bajos.
Una de las razones por la que más de la mitad de los jugadores son nacionalizados tiene que ver con la apuesta de la Real Federación de Fútbol de Marruecos por armar un equipo fuerte para disputar la Copa Africana de Nacional 2015, de la que iba a ser anfitriona. No obstante, luego desistió de organizar el torneo debido a la epidemia del ébola.
Quien potenció esta puesta en marcha fue el director técnico Hervé Renard con su llegada al banquillo en 2016. Valga recordar que el estratega francés ahora dirige al combinado de Arabia Saudita, que brindó la primera sorpresa de este Mundial, al vencer 2-1 a Argentina, aunque no le alcanzó para avanzar a los octavos de final.
En ese entonces, en conversación con The New York Times, Renard comentó la manera en que dirigió a una selección de Marruecos con futbolistas en su mayoría europeos. “Les explicamos que lo más importante es el espíritu de equipo, no importa de dónde vengas. Antes de venir me dijeron: ‘Ten cuidado, los emigrantes holandeses no se llevan bien con los franceses’, pero no vi nada de eso”.
Muestra de la gestión del director francés fue su clasificación a la Copa Mundial Rusia 2018. Al torneo convocó 17 jugadores nacidos en otros países a los que, por su ascendencia marroquí, logró repatriar. Ese dato era impensable veinte años atrás: en el certamen de Francia 98, esta selección contó con solo dos extranjeros.
Pese a la salida de Hervé Renard, Marruecos continuó apostando por la estrategia de repatriar, solo que de la mano de Walid Regragui. Lo mejor fue que le funcionó: además de contar con piezas clave como Bono y Hakimi, incluyó en el equipo a talentosos como Hakim Ziyech, atacante del Chelsea que perfectamente podría jugar en Países Bajos, donde nació.
Las razones políticas
A Marruecos, país sudafricano, y Europa solo los separan 14,4 kilómetros de agua, donde se unen el mar Mediterráneo y el océano Atlántico, zona conocida como el estrecho de Gibraltar. Este punto explica, en buena medida, la migración de ciudadanos marroquíes al Viejo Continente.
Evidencia de ello es que solo en España hayan sido censados 884.000 marroquíes en 2021, como lo documentó la agencia de noticias Europa Press, siendo la comunidad de Cataluña la que más migrantes acoge, seguida de Andalucía.
España, sin embargo, no es el país que más marroquíes acoge; antes de ella está Francia, donde fueron censados 1.020.000 ciudadanos de esta nacionalidad en 2019. El tercer lugar fue ocupado Italia (450.000), seguida de Bélgica (226.000) y Países Bajos (180.000), conforme lo registra el portal económico Datosmacro.com.
No es gratuito que de 14 marroquíes nacionalizados en la Copa Mundial de Qatar, 13 sean de estas cinco naciones. La excepción es Bono, que pudo salvaguardar el pórtico de la selección de Canadá.