Con las notorias ausencias de Linda Caicedo y Ana María Guzmán, ambas lesionadas en sus clubes, la Selección Colombia Femenina disputó este sábado el primero de los dos amistosos programados frente a Nueva Zelanda, una de las anfitrionas del pasado Mundial en el que la Tricolor alcanzó la fase de cuartos de final.
Ángelo Marsiglia, técnico encargado de las ‘superpoderosas’, dispuso sobre la cancha del estadio ‘El Campín’ de Bogotá un once de gala plagado de jugadoras de experiencia como Jorelyn Carabalí, Manuela Vanegas, Daniela Montoya, Leicy Santos y Catalina Usme, quien era la responsable de liderar el frente de ataque acompañada de Mayra Ramírez y Marcelona Restrepo, que en el papel fue el reemplazo de Linda.
“La verdad hemos estudiado mucho al rival, son rivales mundialistas y competentes”, había dicho el entrenador en la previa al compromiso, agradeciendo de paso a la Federación por haber hecho el esfuerzo de gestionar un rival de buen nivel para cerrar de la mejor manera el 2023.
Colombia llegaba a este primer encuentro con el recuerdo negativo de la derrota ante Estados Unidos en octubre (3-0) y la necesidad de sacudirse para volver a tomar confianza en el naciente proceso que arrancó tras la intempestiva salida de Nelson Abadía.
En los primeros minutos, Colombia se mostró dominante y puso las condiciones con el balón pegado al piso, pero dejó en evidencia la falta de pólvora en ataque, sobre todo a la hora de desbordar.
El combinado nacional decidió no correr mayores riesgos y mantuvo su esquema ordenado para impedir que las delanteras neozelandesas pudieran llevar peligro al arco de Cata Pérez. Lo malo es que la posesión no se tradujo en ocasiones de gol y la única arma para acercarse al arco visitante fue la pelota quieta dirigida hacia las dos centrales.
La más clara del primer tiempo vino justamente de un centro de costado que encontró la cabeza de Mayra Ramírez. El remate de la atacante del Levante de España se estrelló en el horizontal y ninguna de sus compañeras logró capturar el rebote, que desfiló sin dueño por el frente del área hasta que una de las defensoras la rechazó lejos.
Antes del descanso, hubo dos jugadas polémicas que pudieron ser penal para cada equipo, no obstante, la jueza central determinó dar continuidad y mantener el empate hasta el entretiempo.
En la segunda mitad, Marsiglia echó mano del banquillo buscando más amplitud y volúmen ofensivo. Para esa tarea mandó al campo a Manuela Pavi, que volvía a ver acción con la Tricolor después de una larga ausencia, entrando en lugar de Montoya, antes que Ivonne Chacón ingresara para reemplazar a Restrepo y de ese modo buscar desequilibrio en el remate del compromiso.
Colombia inclinó la cancha en el arco de Nueva Zelanda, pero no encontró la efectividad de otras noches mientras el reloj seguía avanzando y la visita amenazaba con aprovechar los espacios a la contra.
Los movimientos de Marsiglia estaban pensados para terminar el partido atacando en el área neozelandesa, pero la realidad fue totalmente diferente. Las oceánicas se tomaron confianza y pusieron a trabajar a las defensoras colombianas, que lograron mantener el arco en cero como uno de los únicos puntos a destacar del resultado.
Con este 0-0, la Selección acumula cuatro partidos consecutivos sin ganar, lo que ya enciende las alarmas pensando en la participación en la Copa Oro a principios del 2024 y, principalmente, la presencia en los Juegos Olímpicos de París.
La próxima cita será nuevamente frente a Nueva Zelanda el martes a las 3:00 de la tarde, de nuevo en Bogotá, pero en el estadio Metropolitano de Techo.