La estadounidense Simone Biles fue reemplazada este martes durante el concurso general por equipos de la gimnasia artística de los Juegos Olímpicos de Tokio-2020, tras un resultado en salto por debajo de sus estándares habituales (nota: 13.766).

La estrella de la gimnasia, cuatro veces oro olímpico en Rio-2016, abandonó brevemente la sala y luego regresó con su equipo, pero ya con el estatus de reemplazante para las barras asimétricas y los otros dos aparatos que quedaban en el programa (suelo, barra de equilibrio).

En sus redes sociales, la organización de los Juegos confirmó que Biles tuvo que abandonar el centro de Ariake para ser atendida tras ese primer ejercicio, y regresó para estar junto a sus compañeras pero ya no vestida para competir.

“Simone Biles se ha retirado de la competición final por equipos debido a un problema médico. Será evaluada diariamente para determinar la autorización médica para futuras competiciones”, señaló la Federación de Gimnasia de Estados Unidos..

De hecho, en Barras asimétricas ya no compitió y dejó su lugar a Sunisa Lee, que con un correcto ejercicio superó a Viktoriia Listunova pero fue el equipo del comité ruso el que se llevó el emparejamiento, situándose además en la pimera plaza provisional a falta de dos rotaciones.

Sin embargo, medios estadounidenses han sostenido que se podría tratar de una crisis de ansiedad y que le dijo a su entrenadora “no puedo subir allí”, antes de abandonar la competencia.

Biles se colocó su ropa deportiva con las siglas USA en la espalda. Al llegar cerca de la barra de equilibrio, una periodista estadounidense de NBC sports se dirigió a ella: “I love you Simone!”, intentando arengar a las pocas personas del público.

Biles saludó a la presentadora. No parecía disminuida o lesionada e hizo estiramientos, animando a sus compañeras, antes de departir con Cécile Landi, su entrenadora francesa. Dio incluso pasos de baile al son de la música que acompaña a los diferentes pasos de los participantes.

La Federación Internacional de Gimnasia (FIG) confirmó después que era suplente para todo el concurso, que fue ganado por el equipo de Rusia, que compite bajo bandera neutral por las sanciones que pesan sobre ese país por los escándalos de dopaje del pasado.

Fallos en calificaciones

El domingo, en las calificaciones para el concurso general, Biles había cometido de forma sorpresiva varios fallos.

De todas maneras, logró clasificarse para las seis finales en el programa en Tokio, el concurso general individual y el concurso general por equipos, así como las cuatro finales de aparatos.

Unas horas después de estas calificaciones, publicó en Instagram un mensaje inquietante para sus seguidores: “Tengo a veces la impresión de llevar el peso del mundo sobre mis hombros”, escribió.

“Sé que debo desconectar y hacer como que la presión no me afecta, pero es duro a veces...los Juegos Olímpicos no son una broma”.

Si Biles no pudiera continuar en Tokio, sería un golpe duro para un evento en el que estaba llamada a ser la estrella.

Estaba anunciada en estos Juegos a ser la primera mujer en más de medio siglo en ganar todos los títulos, y parecía tener posibilidades reales de superar a la gimnasta soviética Larisa Latynina que logró nueve oros.

Antes de los Juegos Olímpicos, Biles reveló que batalló contra la depresión al señalar que forma parte de las cientos de gimnastas que han sufrido abusos sexuales por el que fuera médico del equipo olímpico Larry Nassar, condenado a cadena perpetua por estos delitos.

En una serie de documentales colgados en Facebook, Biles también reveló que se vio afectada por problemas en un tobillo este año tras un ejercicio de entrenamiento en mayo.

“Ahora tenemos que afrontar eso”, señaló Biles en un episodio.

“No hay nada que podamos hacer en ese sentido. No tenemos tiempo para descansar”, añadió.

Biles cuenta en su palmarés cinco medallas olímpicas y 25 mundiales y no ha perdido un concurso general desde 2013.